26 diciembre, 2018

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La papa "kulli" no ayudaría a combatir la anemia

La semana pasada comentábamos cómo muchos medios de comunicación fuera del país confundieron a la papa "kulli" —una nueva variedad desarrollada por el INIA— como transgénica, cuando en realidad fue desarrollada por mejoramiento genético convencional. Es decir, a través del cruzamiento de doce variedades de papas nativas con un posterior proceso de selección de aquellas con las mejores características.

La famosa papa "kulli". Fuente: Agraria.pe
Esta papa fue presentada al público como un producto biofortificado que serviría para combatir la desnutrición, anemia y cáncer de colon debido a su alto contenido de hierro (23 mg/100 g), zinc (19 mg/100 g) y antocianinas (189% más que el promedio de las papas nativas). Sin embargo, esto no sería del todo cierto.

Mi amigo Jaime Delgado, ingeniero agrónomo cuyo trabajo está muy relacionado al uso de los productos de la biodiversidad para la alimentación, me hizo notar que el valor de hierro y zinc de la papa "kulli" se veían "demasiado alucinantes", dado que otras papas mejoradas no llegan ni a 1 mg/ 100g. Era muy probable que la persona que elaboró la nota de prensa se haya comido una coma decimal y que el valor real sería de 2,3 mg/100 g.

No solo Jaime notó ese detalle. La Dra. María Scurrah, una de las mayores expertas en papa del país, también lo hizo. Ella junto a otros científicos y socios miembros del Grupo Yanapai redactaron una carta abierta al Presidente Martín Vizcarra en la cual manifestaban su preocupación por la desinformación que se ha generado a raíz del lanzamiento de la papa "Kulli".

"Las papas con alto contenido de antocianinas y antioxidantes precisamente no son buenas para luchar contra la anemia pues retienen el hierro en un compuesto que no es biodisponible (asimilable)", indican en la carta. Más bien son las papas de pulpa amarilla las más indicadas para este fin.

El desarrollo de papas biofortificadas con hierro y zinc no es algo nuevo. El programa de fitomejoramiento del Centro Internacional de la Papa (CIP) viene trabajando hace 15 años junto a las comunidades campesinas de Huancavelica para obtener una variedad que ayude a suplir la deficiencia de este mineral en las poblaciones altoandinas. "Se calcula que recién en unos dos años se podrán liberar estas nuevas variedades debido a que se tiene que estar seguro de las aseveraciones", menciona Scurrah.

De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, un niño entre 1 y 3 años de edad requiere 7 mg de hierro al día. Si fueran ciertas las aseveraciones acerca de la papa "Kulli", con una tajada de 30 g bastaría para cubrir dicho requerimiento. Demasiado bueno para ser verdad. Lo cierto es que la mayoría de papas tienen entre 0,2 y 0,6 mg/100 g, por lo que su aporte diario de hierro no alcanza ni el 20%. Con la nueva variedad que viene desarrollando el CIP se espera alcanzar el 40%.

"Nos preocupa que se engañe al gran público consumidor y a los agricultores que desean contribuir en la lucha contra la anemia, involucrando al Ministro de Agricultura [y Riego] en generar falsas expectativas", finaliza la carta.

Por ello, se hace necesario que el INIA publique el documento técnico de la variedad INIA 328 – Kulli Papa donde se muestren los análisis de contenido nutricional con el fin de conocer su verdadero potencial.

21 diciembre, 2018

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La papa "kulli" NO es transgénica

Hace una semana, el Instituto Nacional de Innovación Agraria presentó una nueva variedad de papa llamada "kulli" (INIA 328 – Kulli Papa), la cual ha sido desarrollada por mejoramiento genético convencional, es decir, por selección y cruzamiento de las mejores papas con las características deseadas, a partir de la enorme diversidad con la que cuenta nuestro país. Para liberar este producto tuvieron que pasar 10 años de investigación.
Papa "kulli", rica en antocianinas, hierro y zinc. Fuente: Agraria.pe
La principal característica de esta papa es su intenso color morado debido a su alto contenido de antocianinas (189% más que en otras variedades nativas). De ahí que su nombre sea "kulli" que en quechua significa "morado". Además cuenta con altos niveles de hierro (23 mg/100 g) y zinc (19 mg/100 g), lo que la hace un excelente producto para combatir la anemia en las zonas altoandinas.
Luis Alberto Tumpay Sucno, científico de Zurite, miembro de un grupo itinerante del INIA en Zurite, explicó que para obtener esta variedad se hicieron retrocruces con unas 12 variedades de papas nativas “son varias combinaciones que han contribuido para esta papa selecta”, indicó. 
Como pueden ver, no es una papa genéticamente modificada (GM) o transgénica. No hubo introducción de ADN externo por ingeniería genética. Sin embargo, muchos medios que difunden los avances de la biotecnología lo están difundiendo como sí fuera un producto transgénico.

Estas páginas usan como referencia un artículo publicado en el portal Potato News Today, que escribe lo siguiente: "the new potato was genetically modified by scientists from the National Institute for Agricultural Research (INIA)".

Artículo usado como referencia en otras páginas web, incluso en español.
Lo primero que pensé es que se trataba de un error en la traducción. Muchas veces las palabras "mejoramiento genético" se suelen traducir como "genetic modification" cuando debería ser "conventional breeding". Sin embargo, en el portal Potato News Today se hace referencia a un artículo en español publicado en Argenpapa que, a su vez, hace referencia a otro artículo publicado en La Crónica, donde ya se hace mención a que el tubérculo es modificado genéticamente. Esta cadena de errores ha ocasionado que la desinformación se siga propalando.

Agro-Bio de Colombia también difunde el error.
Escribí directamente a Lukie Pieterse, editor de Potato News Today, indicándole del error en la publicación, pero hasta el día de hoy no ha sido corregido.

Lo cierto es que, para desarrollar productos con características novedosas y beneficiosas para los consumidores, no es necesario siempre recurrir a la ingeniería genética. Más bien, debemos seguir aprovechando de la enorme diversidad genética que poseemos en otros cultivos. De esta manera, reducimos los costos asociados con el proceso regulatorio que todo producto transgénico debe pasar antes de salir al mercado y evitamos que estos sean rechazados por consumidores que se oponen a esta tecnología.

La ingeniería genética, sin lugar a dudas, tiene sus beneficios, pero este producto no es uno de ellos.

09 diciembre, 2018

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Humanos genéticamente modificados

Hoy escribí una breve columna de opinión para el suplemento El Dominical del diario El Comercio, sobre los alcances de la ingeniería genética en seres humanos, a raíz de la controversia generada por el investigador chino He Jankui.


Todo lo que somos está escrito en nuestro ADN y un pequeño error ‘tipográfico’ (mutación) puede provocar terribles enfermedades, como la hemofilia o la fibrosis quística, que nuestros hijos podrían heredar. 

Hasta el siglo pasado las enfermedades genéticas eran incurables. Aunque a fines de la década de 1990 surgió la terapia génica, la cual usa virus inactivados para ‘hackear’ nuestras células e introducir la secuencia de ADN correcta, esta herramienta funciona en pocas enfermedades y puede generar una respuesta inmune extrema que afecte al paciente.

Todo cambió en el 2012, cuando Jennifer Doudna y Feng Zhang presentaron al mundo el sistema CRISPR/Cas9, una herramienta molecular capaz de hacer cortes en lugares precisos del ADN. Funciona bien en organismos poco complejos, pero las primeras pruebas de laboratorio en células humanas han presentado ciertas fallas: aparecen cambios genéticos no previstos y solo un pequeño porcentaje de las células es modificado. Hay un consenso científico de no aplicarlo en embriones viables o células sexuales (óvulos y espermatozoides) porque los errores —con consecuencias desconocidas— podrían heredarse a las siguientes generaciones. Por ello, el experimento de He Jiankui, quien hace unas semanas anunció el nacimiento de dos niñas modificadas por CRISPR/Cas9, ha sido tan criticado.

La corrección de mutaciones es cada vez más sencilla y, por primera vez, tenemos la capacidad de introducir nuevas instrucciones genéticas o mejorar las existentes. ¿Se abre paso a un nuevo tipo de eugenesia?

01 diciembre, 2018

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Más detalles sobre los bebés genéticamente modificados

A todos nos agarró frío el anuncio que hizo He Jiankui a inicios de semana. Se trata del nacimiento de unas mellizas cuyos genes fueron modificados usando la tecnología CRISPR/Cas9. El miércoles pasado, en la II Cumbre Internacional sobre Edición del Genoma Humano, He presentó mayores detalles de su controversial estudio.


A través de su cuenta de Twitter, el bioquímico estadounidense Sean Ryder (@RyderLab) escribió un hilo donde analiza los datos presentados por el investigador chino en su conferencia (dado que todavía no ha sido publicado en una revista científica) y estos resultan verdaderamente alarmantes. Para explicarlo, empezaremos desde lo más básico...

El VIH, CCR5 y CRISPR/Cas9

El VIH es un retrovirus que infecta y destruye los linfocitos T CD4+ de la sangre, responsables de coordinar la respuesta inmunológica de nuestro cuerpo. Nos volvemos incapaces de defendernos de cualquier organismo invasor que hasta el más inofensivo podría resultar mortal para nosotros. Para infiltrarse, el VIH se vale de la proteína CCR5 que se expresa en la superficie de los mencionados linfocitos.

Entrada del VIH en un linfocito T CD4+ mediante el correceptor CCR5. Imagen: US National Institutes of Health.
En Europa y el oeste de Asia, la décima parte de la población posee una variante del gen ccr5 cuya secuencia carece de una porción de ADN de 32 nucleótidos. Esta mutación conocida como delta-32 (Δ32) genera una versión incompleta de la proteína CCR5 que ya no puede ser reconocida por el VIH. Es decir, el virus ya no puede infectarlas.

Lo que hizo He Jiankui fue utilizar una herramienta molecular capaz de reconocer secuencias específicas de ADN dentro de genoma de un ser vivo para cortarlo y editarlo de manera precisa. Es como usar la función buscar y reemplazar del MS Word. La herramienta se llama CRISPR/Cas9 que utiliza una molécula de ARN como guía, cuya secuencia es complementaria a la porción de ADN del gen ccr5 que se quiere quitar.

Versiones de CCR5 generadas

El Dr. Ryder elaboró una imagen que muestra la secuencia del gen ccr5 sin modificar y su correspondiente secuencia de aminoácidos, la versión Δ32 del gen ccr5 y las versiones del gen ccr5 presentes en las mellizas "Lulu" y "Nana". PAM representa el lugar que usa CRIPSR/Cas9 para anclarse al ADN y realizar la edición del gen.
Imagen elaborada por @RyderLab.
Recordando un poco de biología del colegio, cada aminoácido de una proteína está codificado por una secuencia de tres nucleótidos. La arginina (R) por AGA, serina (S) por TCT, glutamina (Q) por CAA, etc. Si a la versión Δ32 del gen ccr5 le falta 32 nucleótidos, entonces a la proteína resultante le falatará 10,67 aminoácidos. Pero como no existe tal cosa como 0,67 aminoácidos, lo que provocará es un cambio en la forma cómo se leerán los nucleótidos posteriores (cambio en el marco de lectura). Todo se correrá dos nucleótidos. Como resultado no solo tendremos una proteína CCR5 más pequeña, sino también con una secuencia diferente y, por lo tanto, una estructura tridimensional deforme. Esto evita que sea reconocida por el VIH e infecte los linfocitos T CD4+.

De acuerdo a lo presentado por He Jiankui, "Lulu" presentaba una supresión de 15 nucleótidos en una de las copias del gen ccr5 mientras que la otra copia permanecía sin cambios. Quince nucleótidos pueden parecer muchos pero tan solo son cinco aminoácidos menos en una proteína que tiene 352. En otras palabras, si bien la proteína CCR5 de "Lulu" está incompleta, se parece mucho a la versión normal. ¿Será suficiente para evitar que la niña adquiera la enfermedad más adelante? De acuerdo con el investigador chino, es "probable" que sí.

En el caso de "Nana" se generaron dos versiones del gen ccr5: una con cuatro nucleótidos menos y otra con un nucleótido adicional. En ambos casos hay cambios en el marco de lectura. La primera versión (Nana "-4") generará una proteína CCR5 más corta que la versión Δ32, incluyendo nueve aminoácidos completamente diferentes. La segunda versión (Nana "+1") genera una proteína similar a la Δ32 pero con once aminoácidos nuevos adicionales.

Imagen elaborada por @RyderLab.
De acuerdo con el Dr. Ryder, ninguna de estas dos nuevas variantes de la proteína CCR5 producidas por "Nana" han sido obtenidas y analizadas previamente, por lo que se desconocen sus efectos. "Esto es lo que realmente me molesta. Las niñas son conejillos de indias para variantes proteicas que no han sido examinadas en animales", comenta. A parte que no había ningún fundamento médico para realizar estos experimentos, tampoco se contaba con la certeza de que estas modificaciones genéticas realmente funcionarían para el fin propuesto.

Otro aspecto que aún no parece haber sido aclarado es el mosaicismo que se pudo haber generado en las niñas. Es decir, que no todas sus células cuenten con las mismas modificaciones genéticas. Es probable que algunas cuenten con las versiones normales del gen, otras con una de las variantes y otras con las dos variantes juntas.

No hay dudas que la tecnología CRISPR/Cas9 tiene un enorme potencial para mejorar la calidad de vida de las personas. Pero por ahora los riesgos son demasiado grandes debido a su falta de precisión y control. Y esto se debe a que recién llevamos seis años utilizándola para editar los genomas. Poco a poco los científicos van encontrando la forma de volver esta técnica 100% segura, hasta eso, no deberíamos aplicarla en embriones viables o líneas germinales (óvulos y espermatozoides).

23 noviembre, 2018

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¿Existe el trigo transgénico?

Desde hace varios años vengo realizando diversas charlas sobre biotecnología y bioseguridad. Una de las preguntas que suelo hacer a los participantes es que me nombren los principales cultivos transgénicos que existen en la actualidad. La mayoría acierta con la soya, el maíz, incluso el algodón, pero hay un producto que siempre es mencionado: el trigo.

El trigo es uno de los principales cultivos a nivel mundial, y junto al arroz, el maíz y la papa son la base de la alimentación de los seres humanos —unos más que otros dependiendo del lugar donde habitan. Estos cuatro cultivos aportan más de la mitad de las calorías que consumimos a diario. Sin embargo, entre estos cuatro productos, solo el maíz (amarillo) cuenta con variedades transgénicas ampliamente comercializadas.

Los principales cultivos transgénicos en el 2017: soya, maíz, algodón y canola. Solo el 0,8% corresponde a otros cultivos como la alfalfa, la remolacha azucarera, la papaya, entre otros. Fuente: ISAAA.
Debido al costo que implica desarrollar una variedad transgénica, porque no solo es producir las semillas modificadas sino también pasar todo el proceso regulatorio para demostrar su seguridad, estos se han enfocado en productos que se cultivan masivamente (commodities agrícolas). Precisamente, el trigo es un commodity. Entonces ¿por qué no cuenta hoy con variedades transgénicas?

Lo cierto es que sí hubo trigo transgénico en el pasado. Se trataba de una variedad desarrollada por Monsanto llamada MON 71800, cuya característica era tolerar la aplicación del glifosato. Es decir, fue diseñado para facilitar el manejo de las malezas al permitir fumigar todo el campo con el herbicida desde el aire sin que el cultivo se vea afectado.

El MON 71800 consiguió la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) en junio del 2004, por lo que demostró ser seguro para el consumo humano. Sin embargo, Monsanto abandonó el proyecto antes de obtener la autorización de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para poder cultivarlo comercialmente. Los motivos fueron, precisamente, comerciales. Pocos países estaban dispuestos a autorizarlos lo que representaba una amenaza a las exportaciones de trigo de Estados Unidos si es que el MON 71800 era detectado en los cargamentos, pues estos hubieran sido devueltos. En resumen, el trigo transgénico solo fue sembrado en pequeños campos experimentales entre 1998 y 2005.


No obstante ello, en el año 2013, se descubrió presencia del trigo MON 71800 en el estado de Oregon. Inmediatamente el Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas de Estados Unidos (APHIS) notificó el hallazgo a sus principales importadores como México y Japón para que también tomen las previsiones del caso. Este último optó por dejar de importar trigo norteamericano hasta que se esclarezca el suceso. Finalmente, un año después APHIS comunicó que solo se trató de una contaminación en un campo aislado, donde el trigo crecía como una maleza y que este no llegó al suministro comercial.

El problema se repitió tres años después. Esta vez se trató del evento MON 71700 (hermano del MON 71800) en el estado de Washington. También fue un caso aislado. Las autoridades de Corea del Sur, país al que se destinaban los lotes de trigo, no detectaron presencia de esta variedad modificada en los lotes que importaron de dicho estado.

Pero la cosa no quedó aquí. En 2017, autoridades canadienses también detectaron presencia de este trigo transgénico en la provincia de Alberta. Se dieron cuenta de ello cuando eliminaban las malezas al borde de una carretera y las plantas de trigo sobrevivían al uso del herbicida. Tras una breve suspensión de las importaciones de trigo de Canadá por parte de Corea del Sur, la medida fue levantada este año al no detectarlo en sus importaciones.

Como se puede ver, uno de los principales problemas con las semillas transgénicas es que es difícil controlarlas. Los escapes se dan y estos pueden generar serios impactos económicos porque se pueden suspender las importaciones. Esta es una de las razones por la que Argentina todavía no autoriza la producción de trigo transgénico tolerante a la sequía en su territorio. La variedad HB4 fue desarrollada por la empresa biotecnológica Bioceres y ya cuenta con el visto bueno del SENASA (quien evalúa la inocuidad del producto) y la CONABIA (quien evalúa el riesgo ambiental). Sin embargo, la Dirección de Mercados aún no lo autoriza dado que podría afectar las exportaciones de trigo argentino.

Para terminar y, respondiendo la pregunta inicial, no se cuenta con trigo transgénico en los mercados. Sin embargo, se ha encontrado el trigo MON 71800 creciendo de forma espontánea en Estados Unidos y Canadá pero no ha llegado a contaminar el suministro comercial.

09 octubre, 2018

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La microbiota intestinal divide a los humanos en tres grupos

Vivimos en un mundo en el que se suele diferenciar a las personas por el color de su piel, su estatus social, su país de procedencia, o su orientación política, sexual o religiosa, cuando ninguna de estas diferencias tienen sentido alguno desde el punto de vista biológico y evolutivo. Sin embargo, la humanidad sí puede ser diferenciada en grupos marcados, donde no se pueden mezclar unos con otros, por más absurdo que parezca en nuestros tiempos.

En 1901, el biólogo Karl Landsteiner descubrió que la sangre de las personas podía ser diferenciada en cuatro tipos: A, B, AB y O, los cuales hacen referencia a la molécula que expresan los glóbulos rojos en su superficie conocidos como antígenos, con excepción del tipo O que significa cero o ninguno. 

Cuando un paciente necesita una transfusión de sangre debe buscar una de su mismo tipo o del tipo O (donador universal), para evitar que su sistema inmunológico reaccione ante los antígenos incorrectos por una incompatibilidad que puede provocar la muerte.

Cuarenta años después, el mismo Karl Landsteiner descubrió que había otro factor que diferenciaba la sangre de los humanos y los dividía en dos grupos más: los Rh+ y los Rh-. Si un paciente Rh- recibe una transfusión de sangre Rh+, también le podría causar la muerte. Esto es muy importante de saber en parejas que deseen tener hijos pero no comparten el mismo factor sanguíneo dado que la madre y el feto podrían tener una incompatibilidad sanguínea. Nos guste o no, los humanos estamos inmunológicamente divididos.

Lo cierto es que los humanos no solo nos dividimos en grupos sanguíneos. Los microorganismos que habitan dentro de nosotros (microbiota) superan en 10 al número total de células que tenemos y hasta en 1000 veces al número de genes que codifica nuestro ADN. Con toda esta carga biológica que poseemos es muy probable que nuestra microbiota cumpla un rol importante en nuestra fisiología y bienestar.

En el año 2011, un grupo de investigadores liderados por Manimozhiyan Arumugam del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) secuenciaron todo el ADN presente en las heces de 39 individuos de diferentes regiones del mundo con el fin de identificar y caracterizar los microbios que vivían en cada uno de ellos. Los resultados mostraron que la microbiota humana se diferenciaba en tres grupos bien definidos.


Si bien es cierto estudios de este tipo se vienen realizando desde hace muchos años, su principal objetivo era analizar cómo la composición microbiana de los seres humanos podían influir en la obesidad, los trastornos intestinales como la enfermedad de Crohn o la diabetes. No se tenía muy claro si la composición de especies y la carga genética de la microbiota intestinal variaba en función a la ubicación geográfica de los individuos, más aún cuando la dieta es uno de los factores que más influyen en la composición de la microbiota

Es por ello que Arumugam y sus colaboradores secuenciaron 22 metagenomas de individuos de Dinamarca, España, Italia y Francia y los compararon con otros 17 metagenomas previamente secuenciados (13 japoneses y 4 americanos). Caracterizaron los géneros y filos que estaban presentes en cada microbioma, así como también, a qué categorías pertenecían los genes identificados. 


Como era de esperarse, los Bacteroides y Firmicutes eran los filos más dominantes, siendo los primeros los que presentaban mayor diversidad. Sin embargo, lo más resaltante fue que la microbiota analizada formaba tres grupos bien diferenciados a los cuales llamaron enterotipos, donde dos de ellos eran ricos en Bacteroides (Bacteroides y Prevotella) y uno en Firmicutes (Ruminococcus).

El primer enterotipo se caracteriza por ser rica en Bacteroides y Parabacteroides. Estas bacterias obtienen su energía principalmente de la fermentación de carbohidratos y proteínas, por lo tanto, la glucólisis y la vía de las pentosas son las rutas metabólicas preponderantes en ellos.

El segundo enterotipo se caracterizaba por ser rica en Prevotella y Desulfobivrio. Estas bacterias actúan sinérgicamente para degradar las mucinas, las cuales son las glicoproteínas preponderantes de la capa mucosa de los intestinos.

Y el tercer enterotipo se caracterizaba por ser rica en Ruminococcus y Akkermansia. Ambas bacterias son especialistas en degradar también las mucinas. Además, estas bacterias son ricas en transportadores de membrana, especialmente de azúcares, que es de donde obtienen la mayor cantidad de energía.

La presencia de un determinado grupo de bacterias en los intestinos indica que cada enterotipo usa un distinto mecanismo metabólico para la producción de energía. Además, dependiendo del enterotipo, la producción de ciertos metabolitos secundarios, como las vitaminas, se harán en diferentes proporciones, siendo los enterotipos I y II los que mayor variedad de vitaminas sintetizan (Ej.: biotina, tiamina, riboflavina, etc.).

Por otro lado, la diferencia filogenética y funcional de los microorganismos presentes en la microbiota intestinal, refleja las diferentes combinaciones de cadenas tróficas microbianas dependiendo de cada enterotipo. Tal vez estas combinaciones podrían estar relacionadas con el desarrollo de diferentes enfermedades intestinales y trastornos alimenticios. Sin embargo, los investigadores no encontraron ninguna relación entre los enterotipos y las características de los hospederos (Ej.: nacionalidad, género, índice de masa corporal, etc.).

Cabe recordar que las bacterias presentes en las muestras fecales no representan a toda la gama de microorganismos que habitan dentro de nuestros intestinos, así que los enterotipos obtenidos podrían ser preliminares. Tampoco se ha determinado que factores ambientales o, tal vez genéticos, determinan la presencia de un determinado enterotipo en nuestros intestinos.

Sin dudas puede haber factores importantes que aún no han sido completamente estudiados: la dieta y los fármacos. Pero, los enterotipos son tan complejos que no sólo pueden estar determinados por los hábitos alimenticios, la edad, el índice de masa corporal. Lo cierto es que hay muchos genes y factores en la microbiota intestinal que sí están directamente relacionados con determinadas características de sus hospederos.

Referencia:

Arumugam, M., et al. (2011). Enterotypes of the human gut microbiome Nature DOI: 10.1038/nature09944

Entrada publicada originalmente el 23 de abril de 2011.

30 septiembre, 2018

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¿Cómo luchar contra los parásitos intergalácticos?

¿Quién no ha sufrido una infección por un parásito intergaláctico? Desde 1947, cuando un platillo volador hizo un aterrizaje forzoso en Roswell, Nuevo México, hemos sido afectados por Klaousmodium cruzi, un agente patógeno de la Galaxia M31, cuyo principal síntoma es votar por malos gobernantes. Por suerte, un grupo de investigadores del Instituto Sánchez de Ciencias Biomédicas para la Investigación en Doopidooo, ubicado en Agadir, Marruecos, ha logrado encontrar un tratamiento efectivo: la Radioterapia de Rarezas Magnéticas (MORTY, por sus siglas en inglés). Los impresionantes resultados fueron publicados en las revistas ARC Journal of Pharmaceutical SciencesIOSR Journal of Pharmacy and Biological Sciences.

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Primer artículo que pueden descargar aquí.
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Segundo artículo, que es igual al anterior, publicado en otra revista.
De seguro ya se dieron cuenta que no se trata de estudios serios. Con leer el título cualquiera se hubiera percatado de la broma. Lo triste es que dos revistas científicas —aparentemente serias— los publicaron como si fueran investigaciones reales. Y no es la primera vez que esto ocurre.

A estas revistas se les llama "depredadoras". Llevan ese nombre porque su único objetivo es hacer dinero. Su estrategia es simple. Un supuesto editor de una revista académica invita por correo electrónico a investigadores de todo el mundo a publicar su trabajo con ellos. Les ofrecen una revisión por pares y publicación rápida en una revista con alto factor de impacto. Los investigadores caen en el engaño y remiten sus manuscritos al editor. Al cabo de unos días, este les responde indicando que sus trabajos han sido aceptados, pero para publicarlos primero deben pagar una tasa de unos cientos de dólares. 

Muchos investigadores hacen el pago porque tener más artículos publicados en revistas científicas mejora sus CV, lo que les permite acceder a nuevos empleos, mayores financiamientos y a bonos o incentivos económicos. Pero debido al nulo control de calidad que estas revistas presentan, cualquier artículo termina filtrándose, incluso investigaciones falsas y pseudociencias.

Esto último resulta peligroso dado que muchas personas y profesionales los usan como evidencias para sustentar sus creencias. Puede que no lo hagan intencionalmente porque la gente suele confiar en los estudios publicados en revistas científicas y pocos averiguan si estas son serias o depredadoras. Muchas terapias alternativas como la homeopatía, el biomagnetismo o el reiki dicen contar con sustento científico que avalan su funcionamiento pero presentan estudios publicados en revistas de este tipo. 

Las revistas depredadoras también son usadas para generar controversias donde no debería haberla, por ejemplo, publicando estudios falsos que ponen en tela de juicio el cambio climático o la eficacia de las vacunas.

Muchos investigadores están publicando artículos mofa en diversas revistas depredadoras para exponerlas ante el público y quitarles la falsa credibilidad que pudieron haber conseguido. Sin embargo, es una tarea titánica dado el gran número que han alcanzado. Lo peor de todo es que han provocado que la ciencia bien hecha también se vea afectada pues a uno ya le queda la duda si se trata de un trabajo de calidad o no.

12 agosto, 2018

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La berenjena transgénica y su rápida adopción en Bangladesh

En el Perú no solemos comer muchas berenjenas. En raras ocasiones las vemos en una ensalada. Sin embargo, en Bangladesh —un pequeño país asiático con más de 165 millones de habitantes— este vegetal forma parte importante de su dieta y unos 150 mil agricultores se dedican a su cultivo.

La berenjena no es ajena al ataque de diversas plagas. La principal es la larva de la polilla Leucinodes orbonalis. Este gusano se alimenta tanto del tallo en crecimiento de la planta, provocando su muerte, como de los frutos, llenándolos de agujeros que echan a perder el producto.

Fruto de berenjena atacado por L. orbonalis. Fuente: TNAU Agritech.
Para contrarrestar esta plaga, los agricultores deben emplear un amplio espectro de insecticidas. Las fumigaciones se hacen hasta dos o tres veces por semana. Esto no solo genera un mayor costo de producción, sino también, un efecto negativo sobre el ambiente y la salud de los agricultores y consumidores, quienes se ven expuestos directa o indirectamente a estos pesticidas.

En el año 2003, la empresa Mahyco, filial de Monsanto (hoy Bayer) en la India, desarrolló una berenjena resistente a esta plaga. A través de la ingeniería genética, le introdujeron el gen que codifica la proteína Cry1Ac de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt), la cual resulta tóxica para las larvas de muchas polillas, entre ellas, L. orbonalis.

Si bien la berenjena Bt fue desarrollada en la India, nunca se autorizó su siembra en ese país. Es más, la empresa Mahyco fue denunciada por biopiratería debido a que la Ley de Biodiversidad restringe la transformación genética de los cultivares endémicos. No obstante, a través de una alianza público-privada celebrada en el año 2005, Mahyco entrega la tecnología al Instituto de Investigación Agraria de Bangladesh (BARI) para que desarrolle sus propias variedades de berenjenas transgénicas.

En Bangladesh la historia fue distinta. Para fines del 2013 ya habían logrado desarrollar nueve variedades locales de berenjenas Bt de las cuales cuatro fueron autorizadas para siembras restringidas en parcelas de 1000 m2. Estas variedades fueron entregadas en enero de 2014 a 20 agricultores de cuatro distritos diferentes.

Cuatro variedades de berenjenas Bt autorizadas en Bangladesh. Fuente: ISAAA.
En la campaña agrícola 2014-2015, la división de investigación en campo (OFRD) del BARI realizó parcelas demostrativas con 108 agricultores y, en la campaña siguiente (2015-2016), con 250. La finalidad de estas parcelas demostrativas fue evaluar la eficacia de la tecnología en condiciones reales, capacitar a los agricultores para el uso de esta tecnología y que ellos mismos comparen las ventajas que tenía con relación a la berenjena convencional. El ambientalista Mark Lynas hizo un breve documental al respecto en el 2014.


Los resultados de estas evaluaciones mostraron que menos del 1% de los frutos de la berenjena Bt se vieron afectados por la plaga comparado con el 50% de las berenjenas convencionales. Además, los agricultores que usaron la tecnología redujeron hasta en un 61% los costos asociados a los pesticidas y lograron obtener una rentabilidad neta tres veces superior que aquellos que no usaron la tecnología.

En la campaña agrícola 2016-2017 se inicia la adopción de la berenjena Bt a mayor escala. El Departamento de Extensión Agraria (DAE) del BARI distribuyó las semillas de berenjena Bt a 6000 agricultores. Para la campaña 2017-2018, 7001 agricultores fueron los beneficiados. Aquí un video hecho por BARI al respecto:


Sin embargo, el BARI no podía producir semillas a gran escala para ofrecerla a un mayor número de agricultores, por ello, entregó la tecnología a la Corporación de Desarrollo Agrícola de Bangladesh (BADC) para que la produzcan a un precio accesible para el agricultor.

De acuerdo con BADC, en el presente año, más de 19 mil agricultores adquirieron semillas de berenjenas Bt que, sumado a los beneficiados por el BARI, hacen un total de 27 mil agricultores haciendo uso de la tecnología. Esto representa aproximadamente el 17% de los productores de berenjenas de Bangladesh. Se espera que BADC desarrolle otras variedades de berenjena Bt con mayores rendimientos o incluyendo otras proteínas Cry.

Adopción de la berenjena Bt en Bangladesh. Fuente: Shelton et al. (2018)
Es importante indicar que las berenjenas Bt desarrolladas por el BARI no son híbridas. Por ello, los agricultores podrán guardar y reutilizar sus semillas en las siguientes campañas sin una pérdida apreciable de rendimiento. Sin embargo, el BARI les exige que siembren berenjenas convencionales alrededor de las berenjenas Bt como medida de bioseguridad, con el fin de reducir las posibilidades que aparezcan gusanos resistentes a la proteínas Cry1Ac. Esta estrategia se conoce como refugio.

Un tema que no ha sido evaluado por las autoridades bangladesíes es la inocuidad del producto. Es decir, si la berenjena Bt podría representar algún tipo de riesgo para la salud de los consumidores. Su inocuidad se basa en el uso seguro que tiene la proteína Cry1Ac en diversos productos transgénicos por más de 20 años. El tema es que los análisis de riesgo —tanto ambiental como los efectos a la salud— se hacen caso por caso. Tampoco se han establecido medidas que limiten el flujo de genes a otras variedades locales de berenjenas.

Para finalizar, este es un buen ejemplo de cómo el uso de la tecnología Bt puede beneficiar a los pequeños agricultores, especialmente, cuando es desarrollada con fondos públicos (a pesar que esta fue desarrollada originalmente por Monsanto). Muchas de las patentes asociadas a las proteínas Cry ya han vencido, por lo que hoy en día podría usarse libremente.

Referencia:

Shelton et al. Front. Bioeng. Biotechnol. doi: 10.3389/fbioe.2018.00106 (2018)

06 julio, 2018

Aumenta la siembra de transgénicos en el mundo

La semana pasada, el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA) publicó su reporte anual sobre la situación actual de los cultivos transgénicos en el mundo. Los datos presentados son básicamente los mismos que en años anteriores [2015 y 2016]. En esta entrada revisaremos algunos de los datos más relevantes.

Los cuatro principales

En el año 2017, se sembraron un total de 189,8 millones de hectáreas de cultivos transgénicos en el mundo. Esto equivale a 1,5 veces la extensión del Perú y representa la décima parte de toda el área cultivable que existe en el planeta. Sin embargo, más del 99% se concentra solo en cuatro cultivos: soya (49,6%), maíz amarillo (31,4%), algodón (12,8%) y canola (5,4%).

Los cuatro principales cultivos transgénicos. Fuente: ISAAA.
La razón de por qué los transgénicos se concentran en estos cuatro cultivos es porque son producidos en masa (commodity). La soya es la principal fuente de proteínas de origen vegetal destinada principalmente a la elaboración de alimentos balanceados para animales. El maíz amarillo, a parte de ser usado en la alimentación de animales (especialmente, aves), también es usado para la elaboración de aditivos para la industria alimentaria (jarabes, conservantes, preservantes, harinas, aceites, gomas de mascar, gelatinas, edulcorantes, etc.). El algodón es la principal fibra textil de origen vegetal y la canola (colza con bajo contenido de ácido eurícico) es usado para la producción de aceites y biocombustibles.

Como pueden ver, estos cuatro productos son la base de muchas actividades industriales. Por ello, la cantidad de soya, maíz amarillo, algodón y canola requerida es muy grande. Esto se traduce en mayores extensiones de áreas cultivadas y, por lo tanto, un mercado más grande de venta de semillas; más aún cuando el 80% del algodón y la soya, y el 30% del maíz y la canola sembrada en el  mundo es transgénica.

Países productores de transgénicos

Si bien es cierto, los transgénicos han sido una de las tecnologías agrícolas con mayor rapidez de adopción a nivel mundial, especialmente en países en vías de desarrollo, a partir del año 2014, este incremento parece haberse estancado:


Áreas sembradas con transgénicos a nivel mundial desde el año 1996. Fuente: ISAAA.
Esto se debe a que más del 90% de la producción mundial de cultivos transgénicos se concentra solo en cinco países: Estados Unidos (40%), Brasil (26%), Argentina (12%), India (7%) y Canadá (6%); y, en todos estos países, el nivel de adopción de la tecnología en los cultivos de soya, maíz amarillo, algodón y canola supera el 90%. En el caso del Argentina, ya alcanzó el 100%. Esto se traduce en que ya no haya más áreas disponibles para la siembra de transgénicos a menos que estos se empiecen a diversificar hacia otros cultivos con grandes extensiones como la papa, el trigo, el arroz, entre otros. Sin embargo, es muy difícil que esto ocurra debido al rechazo hacia el consumo de productos transgénicos por parte de la población.

Este estancamiento también ha sido una de las causas por la que las principales empresas productoras de semillas transgénicas han sido compradas por otras más grandes (Monsanto por Bayer y Syngenta por ChemChina) o se han fusionado (Dow Agrosciences y Pioneer-DuPont). Al no haber perspectivas de crecimiento en estos rubros, ahora están buscando nuevos rubros en el cual invertir. Uno de ellos sería la edición de genes y otro la biología sintética.

Países que concentran el 90% de las áreas sembradas con transgénicos. Fuente: ISAAA.
Características de los transgénicos

Más del 99% de las áreas sembradas con cultivos transgénicos tienen dos características fundamentales: el 12% es resistente al ataque a insectos (RI), más conocidos como los "cultivos Bt"; el 47% presenta tolerancia a los herbicidas (TH), principalmente al glifosato; y el 41% presenta ambas características (eventos apilados).

De acuerdo con un estudio publicado en el 2016, el uso de las plantas RI han permitido reducir el uso de insecticidas y su impacto ambiental gracias a su capacidad para defenderse de sus principales plagas. Sin embargo, las plantas tolerantes a herbicidas no han conseguido el mismo efecto. Si bien es cierto, se ha reducido el uso de herbicidas mucho más tóxicos, cada año aumenta la cantidad de glifosato aplicado por hectárea debido a la aparición de malezas cada vez más resistentes. Esto ha provocado que empiecen a aparecer nuevas plantas transgénicas tolerantes a otros herbicidas, tales como Dicamba o el 2,4-D, que son relativamente más tóxicos que el glifosato.

Por otro lado, teniendo en cuenta que el 88% del área sembrada con cultivos transgénicos pueden presentar tolerancia a herbicidas, no podríamos afirmar que esta tecnología ha permitido reducir el uso de pesticidas en general. Solo lo ha hecho en cuanto a insecticidas.

El informe presentado por ISAAA presenta muchos datos adicionales que los iremos analizando en próximas entradas, por ejemplo, el caso del algodón en la India, los nuevos productos transgénicos que han sido autorizados, la situación en países que están empezando a hacer uso de la tecnología y las perspectivas que hay en nuestro país.

01 julio, 2018

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¿El virus del Herpes provocaría el Alzheimer?

Si alguna vez te apareció una enorme ampolla en el labio que al cabo de una semana cicatrizó formando una costra... felicidades, tienes herpes. No te preocupes ni te avergüences, casi la mitad de la población mundial lo tiene. La mayoría se infecta con el tipo 1 (HSV-1) de niño, a través del contacto oral, por ejemplo, los besos de los familiares. Pero también hay otras cepas que se transmiten de formas similares.

Virus del herpes. Fuente: Pixinio.
La característica de estos virus es que pueden infectar las células nerviosas y cerebrales e integrar su ADN al nuestro, por lo que nos acompañará para toda la vida. El HSV-1, por ejemplo, se puede reactivar de vez en cuando, provocando las ampollas labiales. Sin embargo, las otras cepas pueden pasar desapercibidas. Esto no quiere decir que sean inocuas ya que, de acuerdo con un reciente estudio publicado en Neuron, investigadores estadounidenses hallaron abundante presencia de las cepas HHV-6A y HHV-7 en el tejido cerebral de personas que padecieron Alzheimer.

La posible relación entre el virus del herpes y la enfermedad de Alzheimer fue descubierta hace más de treinta años. Y a pesar de la reticencia de ciertos investigadores a aceptar que la causa de esta enfermedad neurodegenerativa podría ser un agente infeccioso, las evidencias están apuntando a ello. Esto ha provocado que empiecen a probarse ciertos antivirales para prevenir o tratar el Alzheimer.

En el presente estudio, investigadores de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai analizaron el tejido cerebral de 944 cadáveres, de los cuales 622 murieron padeciendo la enfermedad de Alzheimer. Su objetivo era identificar qué genes se expresaban de manera diferencial entre los cerebros sanos y enfermos para así desarrollar nuevos tratamientos contra este mal. Pero, se llevaron una gran sorpresa al identificar una mayor presencia de HHV-6A y HHV-7 en las regiones del cerebro donde había una mayor muerte de neuronas, incluyendo el hipocampo. Los mismos resultados fueron obtenidos al analizar los datos de otros bancos cerebrales de diferentes partes del mundo.

Cabe la posibilidad que la presencia de los virus del herpes sea una consecuencia de la enfermedad. Es decir, el tejido dañado por el Alzheimer sea más susceptible a ser infectado por los virus. Sin embargo, los investigadores también descubrieron que varios genes involucrados con el desarrollo del Alzheimer interactuaban con los virus del herpes en el cerebro, específicamente, los que generan la proteína precursora amiloide (APP).

Para algunos investigadores, no basta con que los virus estén presentes en el cerebro para que la persona padezca de Alzheimer. Si así fuera, miles de millones tendrían esta enfermedad. Algo debe activarlos o simplemente, por cuestiones del azar, el virus se integra en regiones del genoma donde interactúa de mejor manera con los genes involucrados con el desarrollo del Alzheimer.

Este y otros estudios nos muestra qua cada vez hay mayores evidencias de que muchos agentes infecciosos están directamente relacionados con el desarrollo de ciertas enfermedades, incluyendo diversos tipos de cáncer. Comprender mejor el rol que juegan en nuestro organismo y como pueden modular la expresión de nuestros genes nos permitirá desarrollar mejores fármacos para controlarlos.

Referencia:

Readhead et alNeuron 99, 1–19 doi: 10.1016/j.neuron.2018.05.023 (2018)

Vía | STAT.

26 junio, 2018

LINE-1 sería clave para el desarrollo embrionario

A inicios del siglo XXI, se presenta al mundo la secuencia completa del genoma humano. Es decir, toda la información necesaria para formar a un individuo. Esta información se encuentra almacenada en el ADN, una molécula formada por cuatro componentes básicos llamados nucleótidos: adenina (A), timina (T), guanina (G) y citosina (C). Son en total unos 3200 millones de estos nucleótidos ordenados en una secuencia específica. Sin embargo, los genes, que son las secuencias de ADN que realmente codifican algo concreto, ocupan menos del 2% de toda esta información. ¿Qué pasa con el otro 98%?

En un inicio, los científicos creían que ese 98% no servía para nada y lo llamaron "ADN basura". Más aún porque casi la mitad son secuencias repetidas que están dispersas por todo el genoma. Poco a poco se fue descubriendo que, a pesar de no codificar proteínas, este ADN que se pensaba estaba de relleno regula la expresión y funcionamiento de otros genes importantes para nuestro desarrollo.

LINE-1 es una de estas secuencias repetidas. Su nombre son las siglas en inglés de "elementos nucleares dispersos largos" y conforma nada menos que la quinta parte de nuestro genoma. LINE-1 está conformado por secuencias de unos 6000 nucleótidos que se repite medio millón de veces en nuestro genoma. La característica de LINE-1 es que tiene la capacidad de "saltar" de un lugar a otro dentro del genoma. Técnicamente es un retrotransposón. De ahí su importancia en muchas investigaciones genéticas porque este cambio aleatorio de posición podría activar genes involucrados con el cáncer o inactivar genes protectores. No obstante, un reciente estudio publicado en Cell muestra que LINE-1 sería clave para el desarrollo embrionario


Al inactivar LINE-1 en células madre embrionarias de ratones, los investigadores del Instituto Max Planck de Alemania observaron que este quedaba atrapado después de la primera división celular, es decir, cuando estaba formado por dos células. 

Utilizando técnicas avanzadas de biología molecular revelaron que cuando LINE-1 se expresa, captura y "pega" a las proteínas Nucleolin y Kap1/Trim28 formando un complejo que reprime la expresión del gen Dux. Este gen funciona como un interruptor que activa otros genes claves para continuar con el desarrollo embrionario. Por otro lado, permite la expresión del ARN ribosomal, el cual es clave para formar la maquinaria responsable de traducir la información almacenada en los genes.

De esta manera, poco a poco vamos entendiendo que ese 98% de ADN que, al parecer, no codifica ninguna proteína, es clave para el desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo. 

05 junio, 2018

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¿Qué fue del estudio más grande sobre la seguridad de los transgénicos?

La tarde del 11 de noviembre de 2014, en un hotel londinense, se anuncia el lanzamiento de "Factor GMO", el experimento a largo plazo más extenso y detallado jamás realizado sobre un alimento transgénico y su plaguicida asociado.


Con un costo estimado de 25 millones de dólares, el estudio buscaba aportar —con una solidez sin precedentes— valiosa información para permitir a las autoridades reguladoras, los gobiernos y la población general, responder si es seguro el consumo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) o la exposición a su herbicida asociado en condiciones reales.

El experimento —que se llevaría a cabo en un laboratorio secreto en el territorio ruso para evitar cualquier injerencia externa— consistía en someter a 6.000 ratas de laboratorio a diversas dietas basadas en el maíz transgénico NK603 y su herbicida asociado (RoundUp), cuyo principio activo es el glifosato. Es similar al famoso estudio realizado Guilles-Eric Seralini, pero a mayor escala. Solo para recordar, ese estudio fue retirado debido a los problemas metodológicos que presentaba.


El dinero requerido para la realización de este proyecto sería recaudado mediante donativos hechos a través de su página web. Cualquier persona u organización podría hacerlo siempre y cuando no estuviesen relacionadas con las empresas productoras de OGM. De esta manera, se buscaba evitar el conflicto de intereses.

Ya pasó cerca de cuatro años desde el lanzamiento del proyecto y muchos se preguntan ¿cuáles fueron sus resultados? ¿Lograron demostrar que el consumo de OGM es seguro o es que puede representar riesgos para la salud humana? Al menos su página web y sus redes sociales (Facebook y Twitter) no son actualizadas desde hace mucho tiempo. Sin embargo, el botón de donación sigue activo. ¿Cuánto dinero habrán recaudado? ¿Les habrá alcanzado para llevar a cabo el estudio?

Para obtener respuestas a estas interrogantes, el periodista científico Dan Vergano trató de comunicarse con los coordinadores del proyecto, Ivan Lambert y Nadya Novoselova. Ninguno respondió a sus correos. ¿Será acaso que este proyecto solo era una propaganda rusa contra los OGM?

El que si respondió a los correos fue el Dr. Bruce Blumberg, investigador de la Universidad de California Irvine y uno de los cuatro panelistas que participaron de la conferencia de prensa de lanzamiento de Factor GMO. El Dr. Blumberg comenta que fue su amigo el Dr. Andrés Carrasco, un neurocientífico argentino y crítico de los agroqiuímicos, el que lo involucró en el proyecto antes de su repentina muerte. No recibió ningún incentivo económico por hacerlo y desconocía quienes eran los científicos que llevarían a cabo el estudio y cuánto dinero habían recaudado. Eso sí, dejó muy en claro que no ha tenido contacto con ellos desde la conferencia de prensa del 2014 y lo que haga o deje de hacer la gente de Factor GMO no es su problema.

Todo apunta a que el proyecto se esfumó. No hay ningún tipo de informe de avances o reporte parcial. Tal vez no consiguió el dinero suficiente para realizarlo, aunque al parecer mucha gente ha hecho sus donaciones y han reclamado a través de su web sin recibir respuesta por parte de los coordinadores.

Existe también la probabilidad que se trate de una estrategia para generar duda e incertidumbre en los consumidores. Nadie podría afirmar que sea seguro consumir transgénicos mientras no se concluya "el estudio más grande" de este tipo.

Referencia | BuzzFeed, Medium.

27 mayo, 2018

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Ozono por el culo

La insuflación rectal de ozono, que en términos coloquiales es ozono por el culo (OxC, de forma abreviada), es una forma de ozonoterapia. Según sus promotores, esta terapia "es muy potente en cuanto a la eliminación de gérmenes intestinales como virus, bacterias, protozoos, hongos, etc ". Incluso pidieron a la Organización Mundial de la Salud que lo usaran para el tratamiento del Ébola. Según Ozonomédica, la ozonoterapia, en general, "es una eficaz alternativa en el tratamiento y control de muchas patologías y enfermedades crónicas" que incluso "puede retrasar o evitar la aparición de diabetes, cáncer, artritis, artrosis, entre otras".

Paciente recibiendo OxC. Fuente: Ozonoterapia.
Sin embargo, de acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), el ozono es un gas tóxico sin alguna aplicación médica conocida. Si bien es cierto, el ozono nos protege de la peligrosa radiación ultravioleta (capa de ozono) y puede tener una actividad bactericida (mata los gérmenes), esto solo lo hace a concentraciones tan elevadas que primero nos mataría a nosotros antes que a los microbios que queremos eliminar.

Muchos entusiastas de la ozonoterapia creen que esta molécula oxigenan mejor el cuerpo ya que poseen tres átomos de oxígeno en lugar de los dos habituales. Lo cierto es que al ser tan inestable se descompone rápidamente generando oxígeno altamente reactivo que va robando los electrones de las membranas celulares y del ADN (oxidación), provocando su destrucción. De ahí que es muy utilizado en la desinfección del agua y equipos médicos.

Molécula de ozono formado por tres átomos de oxígeno. Es muy inestable.
Fue en la Primera Guerra Mundial que los médicos dijeron: "si el ozono mata las bacterias, ¿por qué no lo aplicamos directamente sobre las heridas de los soldados para evitar que se infecten?" Lo cierto es que el ozono no solo mata a los gérmenes, sino también al propio tejido del paciente. Esto se sabe desde inicios del siglo XX. No obstante, debido a que aún no se descubrían los antibióticos y dada la situación crítica de los pacientes, los médicos y enfermeras estaban dispuestos a probar cualquier método.

Cuando se descubrió el efecto desinfectante del hipoclorito de sodio (lejía) y luego los antibióticos, la ozonoterapia perdió popularidad. Asimismo, debido a sus potenciales efectos negativos, en la década de 1950, la FDA empezó a confiscar todos los generadores de ozono, el cual fue inventado y patentado por el mismísimo Nikola Tesla. Sin embargo, la ozonoterapia, en vez de desaparecer, se reinventó.

Los charlatanes dejaron de lado las cualidades desinfectantes del ozono (habían muchos productos más eficaces y baratos en el mercado) y se enfocaron en afirmar que este gas servía para tratar la infertilidad, el cáncer y hasta el VIH, sin mostrar evidencia alguna de ello. Su estrategia es sencilla. Usan testimonios de personas supuestamente curadas por el tratamiento, despotrican contra las medicinas convencionales haciendo énfasis en las prácticas comerciales abusivas de las empresas farmacéuticas y, cuando les pides evidencias que avalen su efectividad te dicen "tampoco se ha demostrado científicamente que no funcionen".

Hay varias formas de aplicar el ozono. Una, como mencionamos, es el OxC, otra es a través de la vagina, los músculos, las vértebras y articulaciones. Otra forma es conocida como la autohemotransfusión que básicamente es extraer un poco de sangre del paciente, oxigenarla con una pequeña cantidad de O3 y reintroducirla al cuerpo. ¿Alguna de ellas funciona para lo que dice tratar o curar? Veamos lo que dice la evidencia.

La primera fuente de información científica la traté de obtener de las propias páginas de los que la promueven. En el Instituto Médico de Ozonoterapia tiene un link "Documentos científicos ozonoterapia", la cual dirige a la página de OzonoAqua, donde no hay ningún estudio al respecto. En el Instituto de Ozonoterapia tampoco se muestran evidencias. Lo mismo en VidaNova, Ozonomédica, Tianmen, etc.

Debido a mis infructuosos resultados, decidí buscar evidencia por mi cuenta. El primer lugar al que acudí fue a las prestigiosas revisiones Cochrane. Aquí encontré algunos estudios, pero como era de esperarse, la ozonoterapia no sirvió para tratar las úlceras del pie diabético, tampoco para el tratamiento de caries dentales, ni para el dolor lumbar.

Las revisiones Cochrane no muestran evidencias que la ozonoterapia funcione.
Para afirmar que una terapia funciona para un determinado problema primero debe ser demostrado. La mejor forma de hacerlo es a través de un ensayo clínico donde se compara el tratamiento propuesto contra un placebo. Por ejemplo, si queremos saber si una pastilla funciona, dividimos a los sujetos de estudio en dos grupos: uno recibe el medicamento y otro una pastilla de azúcar. Ninguno de los dos sabe cuál está recibiendo. Así que si se ve una mejora en el grupo que recibe el medicamento comparado con el que recibe el placebo, podemos afirmar que éste funciona. En el caso del ozono se podría aplicar a un grupo este gas y a otro solo oxígeno.

Visité la web ClinicalTrials.gov que, por mandato de la FDA, es donde se publican todos los ensayos clínicos que se vienen realizando en distintos tratamientos. Encontré 47 estudios sobre ozonoterapia completos y, solo en dos de ellos se han publicado los resultados. Hay dos motivos para no hacerlo: que el tratamiento no funcione (sea igual o peor que el placebo) o que el tratamiento haya provocado efectos no esperados.

Solo dos ensayos clínicos en ozonoterapia presentan resultados.
De los dos ensayos clínicos que presentan resultados, uno es sobre caries dentales y el otro sobre el asma. En el primero se ve que los dientes tratados con ozono (n=295) presentaban menos progresión de las caries (n=17) comparado con aquellos tratados con el placebo (n=22), aunque los resultados no fueron significativos. En el segundo no se muestran los análisis estadísticos que permitan obtener conclusiones válidas. Esto se debe posiblemente al bajo número de individuos evaluados (n=12), de los cuales cuatro tenían asma por deficiencia en el gen gstm1 (al cual estaba enfocado el tratamiento), cuyos resultados eran más favorables que aquellos que poseían el gen gstm1 funcional.

En todos los estudios revisados no hay ninguna evidencia de que la ozonoterapia funcione para tratar el cáncer, VIH, artrosis, hernias, hepatitis, migrañas, cardioptías, y un largo etcétera de males. Y, en honor a la verdad, tampoco hay evidencias de algún efecto perjudicial debido a las bajas dosis de ozono que son manejadas. En el mejor de los casos, la ozonoterapia no sería más que un costoso placebo.

Hay que estar atentos cuando una terapia afirme tratar prácticamente todo. No son más que estafas bien estructuradas pues no cuentan evidencias científicas que las respalden. Aquellos que promueven estas pseudoterapias se aprovechan del desconocimiento y la desesperación de los pacientes y sus familias cuando los tratamientos convencionales no funcionan. Lo cierto es que, por más que creamos en ellas, las terapias milagrosas libre de efectos secundarios no existen.

Finalmente, es preciso indicar que lo más peligroso de estas pseudoterapias es que el paciente abandone los tratamientos convencionales que sí funcionan por abrazar estas prácticas sin sustento científico. A la larga pueden sentirse mejor pero eso no implica que han sido curados. El mal se puede agravar y, en ese momento, los tratamientos modernos dejan de funcionar. Es cierto que muchos tratamientos convencionales tienen efectos secundarios indeseables (como la quimioterapia), pero por el momento es nuestra única arma contra un mal tan agresivo como el cáncer.

Más información: Science History Institute, Quackwatch.

24 mayo, 2018

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Somos consecuencia de la endosimbiosis

La teoría más importante acerca del origen de las células que conforman los hongos, plantas y animales (células eucariotas) es que son resultado de una endosimbiosis.

En una simbiosis, dos o más organismos de diferentes especies interactúan de tal manera que los dos se ven beneficiados. Una endosimbiosis será lo mismo, pero donde una especie habita dentro de la otra. Así que, tanto las mitocondrias (el componente que produce energía) como el cloroplasto (el componente responsable de la fotosíntesis de las plantas) podrían tener un origen endosimbiótico.

Célula eucariota donde se aprecia el núcleo celular, las mitocondrias y los cloroplastos. Fuente.

Los cloroplastos pudieron haber sido un organismo primitivo con capacidad de generar sus propios nutrientes usando la luz como fuente de energía, y las mitocondrias un organismo primitivo capaz de generar grandes cantidades de energía a través de un gradiente electroquímico.

Los endosimbiontes han transformado dramáticamente la arquitectura y metabolismo de sus anfitriones, proporcionándoles nuevos genes, proteínas, moléculas señalizadoras y moduladoras de la expresión de esos y otros genes (factores de transcripción), vías metabólicas y compartimientos celulares con funciones especializadas. Esto no hubiera sido posible a través de otras fuerzas evolutivas como mutaciones y transferencia de genes.

Hoy en día, la endosimbiosis se sigue dando y a varios niveles. Ciertos insectos, como los pulgones o áfidos, tienen una bacteria endosimbionte llamada Buchnera, que a su vez posee una γ-proteobacteria como endosimbionte. Ambas producen moléculas importantes para el desarrollo de su hospedero. Es como una muñeca rusa.

También hay casos como el consorcio fototrófico Chlorochromatium aggregatum que cuenta con dos partes: una β-proteobacteria móvil y heterotrófica rodeada por unas sesenta bacterias verde del azufre fotosintéticas donde ambos se benefician. La bacteria móvil se encarga de trasladar a sus compañeros simbiontes a zonas ricas en azufre y luz, mientras que estas últimas le dan un hábitat libre de oxígeno que favorece el crecimiento del primero. Se dice que este consorcio está cerca de ser una relación endosimbiótica porque comparten el espacio y las moléculas presentes entre las membranas celulares de ambos microorganismos.


Muchos tienen una imagen de la evolución que se refleja un árbol: del tronco (un ancestro común de todos los seres vivos) salen ramas principales (los ancestros comunes de todas las bacteria, arqueas, hongos, protistas, plantas y animales) y de ahí secundarias (especies que hoy en día habitan). Sin embargo, cuando hablamos de endosimbiosis se forman anillos evolutivos, donde dos especies diferentes convergen en una.

Todos los procariotas están categorizados en cinco grandes grupos: las arqueas (donde encontramos a los organismos más extremos de la tierra), los bacilos y clostridios (ambos con bajo porcentaje de guanina y citosina en su ADN), las actinobacterias (alto porcentaje de guanina y citosina, que incluye a muchos de los patógenos humanos) y las bacterias de doble membrana o Gram negativas (el grupo más diverso). De acuerdo a una investigación liderada por el Dr. James Lake de la Universidad de California Los Ángeles, donde se analizó el genoma de docenas de microorganismos, se observó que las bacterias Gram negativas pudieron haber tenido un origen endosimbionte entre los clostridios y las actinobacterias. 


La simbiosis, incluyendo la endosimbiosis, no ocurrió en una sola generación. Se desarrolló a través de largos periodos de tiempo donde compañeros simbiontes evolucionaron, se adaptaron e intercambiaron material genético a través de los mecanismos de transferencia genética gracias a su proximidad física. Aún no se sabe cuánto tiempo tomó para desarrollarse una célula eucariota o las bacterias gram negativas por endosimbiosis, pero ha sido la responsable de la gran diversidad de organismos vivos que habitan sobre la tierra.

Una consecuencia de la posible endosimbiosis entre las actinobacterias y clostridios fueron las cianobacterias, que fueron las responsables de la producción del oxígeno y cambiar la atmósfera primitiva de la Tierra, teniendo un profundo impacto en la evolución de la vida. Nosotros somos el resultado de este proceso.