Muéranse de envidia…

Muchos hombres se acomplejan con el tamaño de su miembro viril y prueban una serie de pastillas y masajes para aumentar dicho tamaño, pero esto no es problema para los balanos (Semibalanus balanoides) quienes tienen un pene enorme en relación a su tamaño. Ya que los balanos viven pegados a una roca, no pueden moverse para buscar una pareja con quien aparearse, tampoco pueden liberar su esperma o sus óvulos al mar porque corren el riesgo de no fertilizarse o ser devorados por otros animales que habitan cerca. Así que la única forma de poder aparearse es tener un gran pene que sea capaz de buscar “un lugar donde refugiarse”. Este video muestra de manera explícita como funciona este mecanismo.

Mating barnacles from Casey Dunn on Vimeo.

Si lo extrapolamos al ser humano, sería como un día ir a la playa, tender nuestra toalla en la arena, echarnos bajo el sol y desde ahí intentar reproducirnos con alguna chica que este tomando el sol en otra parte de la playa.

Los balanos son hermafroditas, pero eso no quiere decir que pueden auto-aparearse, ellos buscan depositar sus espermatozoides en otros individuos para tener más chances de diseminar sus genes por el océano. Esto quedó demostrado por el científico David Rand, quien al hacer un estudio de paternidad de las larvas observó que los balanos no se apareaban con sus vecinos más cercanos; más bien, dependiendo de su potencial (osea, del tamaño de su pene) buscaban depositar su esperma en individuos que se encontraban más distantes de sí. En otras palabras, es todo un “sodoma y gomorra” crustáceo.