- Jaimito, ¿qué es más rápido, el rayo o la luz?
- La diarrea señorita.
- ¡Qué! ¿De dónde sacas eso?
- Es que anoche me desperté como un rayo, prendí la luz… y ya me había cagao’.
Por lo general, una diarrea te da en el momento menos oportuno, ya sea en un día de playa, en una reunión importante de trabajo o en la casa de tu enamorada. Sin embargo, las diarreas causadas por infecciones gastrointestinales (IG) cobran la vida de más de un millón de niños cada año.
Las IG son causadas principalmente por la famosa E. coli. Si bien esta bacteria forma parte de nuestra flora intestinal desde que tenemos 48 horas de edad, ciertas variantes pueden desencadenar graves infecciones. Estas E. coli malas se caracterizan por liberar toxinas que activan una respuesta inflamatoria, disgregar las células que revisten nuestra pared intestinal y alterar la regulación de los canales iónicos causando la afluencia de iones y agua al lumen del intestino provocando diarreas agudas. Como consecuencia, se producen graves deshidrataciones y se reduce la absorción de nutrientes causando serios cuadros de desnutrición que afectan el desarrollo del niño.
Los seres humanos contamos con un antibiótico natural de amplio espectro muy efectivo llamado lisozima. La podemos encontrar en nuestras lágrimas y saliva protegiéndonos contra diversas infecciones gracias a su capacidad de romper las paredes celulares de las bacterias. Esta enzima también está presente en la clara de los huevos y desde 1998 es usada como un aditivo en la industria alimentaria.
Entonces, ¿podríamos usar la lisozima para combatir las IG provocadas por bacterias como E. coli? La respuesta es sí. Es más, la leche materna es una buena fuente de lisozimas que contribuye al establecimiento de bacterias beneficiosas en los infantes. Sin embargo, la mayoría de niños consume leche de vaca o de cabra, las cuales tienen bajas concentraciones de lisozimas. Había que hacer algo.
Ya desde 1987 los científicos estaban interesados en incorporar lisozimas humanas (hLZ) a la leche de consumo diario. Para ello tenían que introducir el gen de la hLZ en embriones de algún animal lechero. Las cabras fueron la mejor elección debido a su menor tiempo de desarrollo comparado con el de las vacas. Doce años después, obtuvieron la línea de cabras transgénicas Artemis.
Estas cabras Artemis producen 270 mg de hLZ por cada litro de leche. Esto equivale al 68% de la lisozima presente en la leche materna. La pregunta que queda es si esta leche será efectiva para el tratamiento de las IG en niños.
Como no se puede experimentar la eficacia de esta leche directamente en niños humanos con IG sin antes demostrar que este producto derivado de un animal transgénico es inocuo, investigadores de la Universidad de California Davis infectaron 12 cerditos* con una cepa de E. coli patogénica llamada O149:F4+ (ETEC) para provocarles una IG y luego les dieron 250 ml de leche pasteurizada y enriquecida con hLZ tres veces a día como tratamiento.
*Los cerdos y los humanos presentan una respuesta fisiológica similar ante una IG.
Los cerditos que recibieron la leche enriquecida con hLZ se recuperaron mucho más rápido que los cerditos del grupo control, además mostraron menor grado de deshidratación y daño intestinal. Los leucocitos en sangre regresaron a sus niveles normales rápidamente y la expresión de citoquininas IL-8 (proinflamatorias) fue menor comparado con el grupo control.
Estas pruebas demostraron que la alimentación con leche de cabra enriquecida con hLZ en el inicio de una infección intestinal causada por E. coli podría ser un tratamiento rápido y eficaz, al menos en cerditos. La enzima mata a las bacterias mientras que la leche rehidrata y recompone los iones perdidos.
Como la lisozima presente en la leche de esta cabra transgénica es de origen humano, en teoría no causaría reacciones alérgicas en los niños que la consuman, tal como la insulina humana producida por bacterias no afecta a los diabéticos que se la administran.
Referencia:
Cooper, C., Garas Klobas, L., Maga, E., & Murray, J. (2013). Consuming Transgenic Goats' Milk Containing the Antimicrobial Protein Lysozyme Helps Resolve Diarrhea in Young Pigs PLoS ONE, 8 (3) DOI: 10.1371/journal.pone.0058409
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