Los anfibios del mundo están viviendo un verdadero apocalipsis. Poblaciones enteras están siendo diezmadas. Algunas especies se han extinto y otras están seriamente amenazadas. Y, como en una verdadera película de terror, un patógeno es el responsable, posiblemente, el peor de toda la historia en cuanto a su impacto sobre la biodiversidad. Su nombre, Batrachochytrium dendrobatidis (de cariño Bd). ¿Dónde y cuando apareció este asesino? ¿Cómo se propaga? Son algunas de las interrogantes que pretende resolver un estudio publicado en Science la semana pasada.
Bd es un hongo que ataca directamente la piel de los anfibios (que es por donde estos animales respiran, intercambian electrolitos y regulan el pH), alimentándose de las proteínas que la componen. La piel alrededor de las articulaciones se hace trizas y se desprende hasta que pierden el equilibrio homeostático del cual no pueden recuperarse. Al cabo de unos días, mueren de un ataque cardiaco.
Este problema fue detectado por primera vez a inicios de la década de 1970 y no fue hasta 1990 que se dieron cuenta que estas "muertes enigmáticas" eran un fenómeno global. Recién en 1997 se describió por primera vez a Bd y se estima que más de 695 especies de anfibios son afectadas hoy en día.
La mayor parte de las muertes por Bd se atribuyen al linaje panzooótico global (BdGPL) distribuido por todos los continentes. Sin embargo, esta es una característica bastante inusual porque los agentes patógenos son muy específicos con sus hospederos.
Un grupo internacional de investigadores, liderados por el Dr. Simon O'Hanlon del Imperial College de Londres, analizaron y compararon el ADN de 234 aislamientos de Bd de diversas partes del mundo, con el fin de determinar su origen.
El reporte indica que las muestras de Bd colectadas en la península de Corea mostraban una mayor diversidad genética que las de cualquier otra parte del mundo. Se le llamó linaje BdASIA-1 y era completamente diferente a los otros cinco linajes descritos previamente. Este resultado sugería que Corea era el punto de partida del hongo asesino.
Los investigadores también demostraron que las diversas cepas de Bd pueden mezclarse entre sí, generando otras más virulentas y mejor adaptadas a las zonas donde viven. Esto explicaría por qué cada vez son más las especies de anfibios afectados por este hongo.
Utilizando la velocidad a la cual los genes de Bd adquieren cambios en su secuencia (tasa de mutación), pudieron identificar que el ancestro del BdGPL surgió en Asia a inicios del siglo XX y se diseminó por todo el mundo en la década de 1950. Hasta ese momento, el hongo había coexistido por millones de años sin problemas con la fauna local asiática.
De acuerdo con O'Hanlon y su equipo, el comercio mundial de anfibios que se dio a partir de esa década, ya sea para realizar pruebas de embarazo (test de la rana), carne o mascota, así como también la Guerra de Corea (muchos soldados y equipos entraban y salían de la zona de conflicto), diseminó a Bd por todos los rincones del planeta, llegando a lugares donde los anfibios nunca antes habían sido expuestos a este hongo y, por ello, eran muy sensibles a su infección.
La advertencia que nos dan los investigadores es que si no se regula adecuadamente el comercio internacional de animales y no se establecen los controles sanitarios adecuados, se puede alimentar catástrofes ecológicas de esta magnitud. Lamentablemente, a pesar de las regulaciones establecidas a nivel mundial, las ranas comercializadas en tiendas de mascotas de varios países presentan muchas cepas de Bd, incluyendo la temible BdGPL.
Si bien existen ciertos fungicidas que han demostrado efectividad tratando infecciones por Bd, es muy difícil aplicar esto en los ambientes naturales, por lo que las poblaciones silvestres de anfibios siguen siendo exterminados.
Referencias:
O’Halon, S. et al. (2018). Recent Asian origin of chytrid fungi causing global amphibian declines. Science 360 (6389):621-627 doi: 10.1126/science.aar1965
National Geographic, Science.
Ranas muertas en los Pirineos franceses debido a Bd. Foto: Matthew Fisher. |
Este problema fue detectado por primera vez a inicios de la década de 1970 y no fue hasta 1990 que se dieron cuenta que estas "muertes enigmáticas" eran un fenómeno global. Recién en 1997 se describió por primera vez a Bd y se estima que más de 695 especies de anfibios son afectadas hoy en día.
La mayor parte de las muertes por Bd se atribuyen al linaje panzooótico global (BdGPL) distribuido por todos los continentes. Sin embargo, esta es una característica bastante inusual porque los agentes patógenos son muy específicos con sus hospederos.
Un grupo internacional de investigadores, liderados por el Dr. Simon O'Hanlon del Imperial College de Londres, analizaron y compararon el ADN de 234 aislamientos de Bd de diversas partes del mundo, con el fin de determinar su origen.
El reporte indica que las muestras de Bd colectadas en la península de Corea mostraban una mayor diversidad genética que las de cualquier otra parte del mundo. Se le llamó linaje BdASIA-1 y era completamente diferente a los otros cinco linajes descritos previamente. Este resultado sugería que Corea era el punto de partida del hongo asesino.
Los investigadores también demostraron que las diversas cepas de Bd pueden mezclarse entre sí, generando otras más virulentas y mejor adaptadas a las zonas donde viven. Esto explicaría por qué cada vez son más las especies de anfibios afectados por este hongo.
Relaciones genéticas entre todas las cepas de Bd estudiadas. Fuente: Science. |
De acuerdo con O'Hanlon y su equipo, el comercio mundial de anfibios que se dio a partir de esa década, ya sea para realizar pruebas de embarazo (test de la rana), carne o mascota, así como también la Guerra de Corea (muchos soldados y equipos entraban y salían de la zona de conflicto), diseminó a Bd por todos los rincones del planeta, llegando a lugares donde los anfibios nunca antes habían sido expuestos a este hongo y, por ello, eran muy sensibles a su infección.
La advertencia que nos dan los investigadores es que si no se regula adecuadamente el comercio internacional de animales y no se establecen los controles sanitarios adecuados, se puede alimentar catástrofes ecológicas de esta magnitud. Lamentablemente, a pesar de las regulaciones establecidas a nivel mundial, las ranas comercializadas en tiendas de mascotas de varios países presentan muchas cepas de Bd, incluyendo la temible BdGPL.
Si bien existen ciertos fungicidas que han demostrado efectividad tratando infecciones por Bd, es muy difícil aplicar esto en los ambientes naturales, por lo que las poblaciones silvestres de anfibios siguen siendo exterminados.
Referencias:
O’Halon, S. et al. (2018). Recent Asian origin of chytrid fungi causing global amphibian declines. Science 360 (6389):621-627 doi: 10.1126/science.aar1965
National Geographic, Science.
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