En algunas especies, la competencia entre los machos por transmitir sus genes a las siguiente generación se da después de la copulación. Las hembras tienen sexo con varios machos a la vez, uno después de otro. Toda la presión por ser el primero recae en los espermatozoides, quienes no solo deben competir con sus parientes (espermatozoides del mismo macho), sino también con los vecinos (espermatozoides de otros machos).
Un rol importante en esta competencia la juegan las protaminas, un grupo diverso de proteínas que se producen en las espermátidas —células haploides que darán origen más adelante a los espermatozoides— de los vertebrados. Su función es enrollar y empaquetar (condensar) el genoma del animal, el cual es sumamente largo, dentro del espacio reducido del núcleo. En los mamíferos hay sólo dos protaminas: P1 y P2. Los genes que codifican estas dos protaminas se encuentran ubicados muy cerca dentro del mismo cromosoma, junto a una proteína de transición nuclear que también cumple una función en la condensación del genoma.
Estudios comparativos hechos en roedores han documentado que hay una relación significativa entre la competitividad de los espermatozoides (medido en función al tamaño de los testículos de los ratones) y la evolución de las secuencias promotoras de P2, lo que indicaría que las variaciones en los niveles de expresión de estas protaminas estarían involucradas con una mayor competitividad de los espermatozoides.
La competitividad de los espermatozoides está relacionado con la cantidad, la calidad (número de espermatozoides viables y bien desarrollados), longitud y velocidad de movimiento, cabezas más estrechas para reducir la resistencia del medio donde se transportan, sensibilidad a las señales químicas que emite el óvulo, entre otras.
Con el fin de determinar el rol que juegan las protaminas en la competitividad de los espermatozoides, un grupo de investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, liderados por la Dra. Lena Lüke, han comparado los niveles de expresión de las protaminas en los testículos de ocho especies de ratones con diferentes niveles de competencia de espermatozoides. Los resultados fueron publicados el pasado 26 de marzo en Proceedings of the Royal Society B.
Lüke y su equipo hallaron que los ratones con mayor nivel de competencia de espermatozoides expresaban menor cantidad de protamina 2 con respecto a la protamina 1. Y no solo eso, también descubrieron que estos niveles de expresión estaban relacionados directamente con el tamaño y forma de las cabezas de los espermatozoides.
Estos resultados indicarían que los ratones con menores niveles de P2 tienen espermatozoides con cabezas más delgadas, por lo que ejercerían menor resistencia al fluido por donde se mueven (serían “más aerodinámicos”) y se moverían mucho más rápido, favoreciendo así su competitividad.
Interesante descubrimiento que ojalá no sea aprovechado por charlatanes, empresas farmacéuticas y gurús del sexo promoviendo productos milagro que reducen los niveles de protamina 2 en el hombre para volverlos "más fértiles", "más competitivos respecto a otros”, "más emprendedores”, etc., que suelen aparecer con este tipo de descubrimientos.
Referencia:
Luke, L., Campbell, P., Varea Sanchez, M., Nachman, M., & Roldan, E. (2014). Sexual selection on protamine and transition nuclear protein expression in mouse species Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 281 (1783), 20133359-20133359 DOI: 10.1098/rspb.2013.3359
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