Cada vez que salta a las noticias un caso de gripe aviar se nos pone la piel de gallina (irónico ¿no?). Recientemente, un brote de gripe aviar provocada por el subtipo H7N9 ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias mundiales porque a la fecha ya se han reportado al menos 16 casos de personas infectadas y 6 muertes confirmadas en China.
El 31 de marzo se notificaron los tres primeros casos de personas infectadas —dos en Shanghái y una en Anhui, China— por un subtipo de la gripe aviar nunca antes reportada en humanos. Se trata de la H7N9.
Primera vez en humanos
Los virus de la gripe A H7 circulan normalmente entre las aves. Dentro de este grupo existen varios subtipos de los cuales algunos de ellos (H7N2, H7N3 y H7N7) han llegado a infectar ocasionalmente a ciertas personas provocando cuadros leves de conjuntivitis y algunos problemas respiratorios. Sin embargo, el subtipo H7N9, nunca antes ha sido reportado en humanos.
Los síntomas generales de la enfermedad son severos cuadros de neumonía, además de fiebre, tos y dificultades para respirar. Aún se desconoce la fuente original de la infección pero algunos de los casos confirmados tuvieron algún tipo de contacto con aves de corral que pudieron haber estado infectados con este virus. Además, se ha encontrado una paloma portando el virus H7N9 en un mercado de Shanghái. Más información AQUÍ.
Según reporta New Scientist, los casos no parecen estar conectados. La presencia del virus en Shanghái y dos provincias vecinas simultáneamente indicaría que el H7N9 podría estar extendida ya por toda esa región.
Origen y virulencia
Estudios genéticos de muestras aisladas de los tres primeros muertos indica que esta cepa ha combinado elementos de tres virus diferentes. Algunos de sus genes parecen proceder del subtipo H9N2, endémico de esa región. El componente H7 corresponde a un tipo de Hemaglutina —una glicoproteína presente en la superficie del virus que es responsable de su unión a la célula— es similar al H7 encontrado en la cepa H7N3 presente en ciertas aves asiáticas. Sin embargo, el origen del componente N9 correspondiente a la neuraminidasa —una enzima presente en la envoltura viral cuya función es romper la unión entre la hemaglutinina y ácido siálico de la membrana celular— es mucho más misterioso, aunque su secuencia genética muestra cierta relación con la N9 encontrada en la cepa H11N9 aislada hace tres años de patos silvestres en la República Checa.
También se ha identificado una mutación en el componente PB2 que facilita su replicación en el tracto respiratorio de los mamíferos. Sin embargo se desconoce si la mutación fue adquirida antes o después de infectar a las personas. Si fue antes haría más probable su transmisión a otras personas.
Actualmente se está haciendo un seguimiento a las personas que estuvieron en contacto con los infectados para buscar signos de transmisión de persona a persona que podría aumentar la alerta por parte de las autoridades sanitarias mundiales. Hasta el momento, éste no parece ser el caso. Es probable que hayan más personas infectadas por el H7N9 que no presenten algún síntoma y, por lo tanto, el virus esté pasando desapercibido.
Por suerte, el virus H7N9 parece ser susceptible a los antivirales usados contra otras variantes de la gripe, tales como el Tamiflu® (oseltamivir) y el zanamivir. Además, ya se han producido anteriormente vacunas contra otras cepas del grupo de las H7 por lo que quedaría investigar si también son eficaces contra esta nueva variante.
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