El que un hermano ayude a otro a salir adelante es algo muy común en el comportamiento humano; tal vez, en el mundo salvaje también se de este tipo de comportamiento, sobre todo en animales con un alto desarrollo de vida social como los chimpancés, orangutanes, zarigüeyas, entre otros. Pero al hablar de plantas, estos lazos de hermandad parecen no tener ningún significado; acaso alguna vez oímos hablar de dos semillas hermanas, o de dos arboles hermanos, o dos plátanos hermanos? Podría tener sentido decirlo, si es que la semilla de la cual germinaron pertenecen al mismo fruto, pero más allá de eso, nada.
Un estudio que será publicado el próximo año en la revista científica Communicative and Integrative Biology ha descubierto ciertas claves que sugieren que las plantas tienen la capacidad de reconocer a sus hermanas y evitan competir con ellas. El estudio fue realizado por científicos norteamericanos y canadienses quienes analizaron la germinación y crecimiento de más de 3000 semillas de mostaza y observaron que las semillas podían reconocer a sus hermanas –semillas que provenían del mismo fruto- a través de ciertos compuestos químicos. Cuales son esos compuestos químicos?, la verdad no lo sé ni lo sabremos hasta que salga publicado el artículo.
Se observó que las plantas al reconocer a sus hermanos no competían con ellos por los nutrientes a diferencia que con otras plantas extrañas. En situaciones normales, las plantas desarrollan sus raíces tan rápido como puedan para absorber la mayor cantidad de nutrientes posibles y tener una ventaja en el crecimiento; pero, cuando la planta siente a un hermano cerca desarrollan un sistema de raíces menos profundas y hojas más entrelazadas, se vuelven menos “codiciosos”.
Hace dos años parecieron encontrar un patrón similar en una planta marina, donde las plantas favorecían el desarrollo de sus hermanos, pero, este estudio fue muy criticado porque no se pudo controlar ciertos factores como el agotamiento de los recursos causado por la competencia entre plantas independientes o como las plantas lograban identificar a sus parientes.
Para probar si las plantas reconocían algún tipo de sustancia química para identificar a sus hermanas, se usó como modelo a la Arabidopsis thaliana. En un medio estéril se puso extractos de raíces de plantas hermanas, plantas extrañas y de sí mismas y se comparó su crecimiento entre ellas. Como podemos ver en el video, las plantas que crecieron en el medio con extracto de raíces de plantas extrañas, tenían sistemas de raíces más largos que aquellas que crecieron en el medio con extracto de raíces de sus hermanas.
Crecimiento en medio con extracto de raíces de plantas extrañas. | Crecimiento en medio con extracto de raíces de plantas hermanas. |
Para confirmar si es el extracto de raíces de las plantas hermanas y extrañas lo que afecta el crecimiento de la Arabidopsis, se usó el ortovanadato sódico para bloquear las secreciones de las raíces observándose que no había diferencias en el crecimiento de las plantas.
Este estudio es muy importante para la agricultura ya que se podría usar plantas de diferentes madres para inducir un mayor crecimiento de nuestro cultivo a través de la competencia por los nutrientes. Además, un estudio sugiere que al cultivar plantas hermanas es perjudicial para el fitness de la planta, haciendo que los monocultivos sean más susceptibles a plagas y enfermedades.
Vía WiredScience.
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