21 agosto, 2013

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¿Prueba de sangre para identificar suicidas?

En marzo de 1994, Mónica Santa María, la animadora más bonita de Nubeluz, se quitó la vida dejando muy tristes a todos los niños del Perú. Si ella se hubiera hecho un análisis de sangre días antes de tomar la fatal decisión, probablemente su médico de cabecera —o su psiquiatra— se hubieran percatado que los niveles de expresión del gen SAT1 eran más altos de lo normal y tal vez hubieran podido prevenir la tragedia. Lamentablemente, el estudio que relaciona la sobreexpresión de este gen con las tendencias suicidas fue publicado el martes 20 de agosto en Molecular Psychiatry.

suicide

Se estima que un millón de personas en el mundo se quita la vida cada año. El suicidio es considerada como la primera causa de muerte en pacientes con problemas psiquiátricos. En la mayoría de los casos, los suicidas nunca mostraron indicios de querer atentar contra su vida por lo que muchos médicos en el mundo están ansiosos por encontrar algún tipo de señal que les permita prevenir estos trágicos desenlaces.

Años atrás, el Dr. Alexander Niculescu de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana (EEUU) y sus colaboradores lograron identificar moléculas (biomarcadores) presentes en la sangre que permitían identificar y predecir los trastornos bipolares y psicosis en las personas mediante una técnica desarrollada por él mismo —y al parecer, aplicada sólo por él mismo y su esposa, Helen Le Niculescu— llamada Genómica Funcional Convergente (CFG, por sus siglas en inglés).

Esta técnica consiste en integrar estadísticamente diferentes evidencias independientes de estudios en humanos y en animales modelos sobre la relación entre una molécula (biomarcador) y un fenómeno psiquiátrico, para así aumentar la probabilidad de que los resultados obtenidos sean reproducibles.

CFG

Para no hacer larga la historia, el equipo del Dr. Niculescu quiso saber si existían moléculas en la sangre que permitan identificar a las personas con tendencias suicidas. Para ello reclutaron a un grupo de 75 pacientes con trastornos bipolares —quienes son propensas al suicidio debido a sus cambios repentinos de humor— para tomarles muestras de sangre en dos diferentes momentos: cuando sus escalas de ideación suicidas (SSI, por sus siglas en inglés) son bajas y cuando son altas; para así comparar los genes que se expresan en uno y otro caso.

De los 75 pacientes que participaron del estudio, sólo nueve mostraron los dos extremos de la SSI. Compararon los biomarcadores de sus sangres en estos dos momentos y hallaron que cuatro genes se sobreexpresaban (SAT1, FOXN3, PIK3R5 y GBP1) y uno se subexpresaba (CD24). Luego, para determinar cuál de estos genes era el más importante para predecir las tendencias suicidas en las personas, el Dr. Niculescu y su equipo visitaron la oficina del forense y solicitaron muestras de sangre de personas que habían llegado a suicidarse ya sea por ahorcamiento, disparo o corte de venas (pero no por sobredosis porque la sustancia química utilizada podría afectar la prueba). De las nueve muestras obtenidas, todas ellas mostraban los niveles del gen SAT1 sobreexpresados.

Finalmente, para validar los resultados, los investigadores hicieron un seguimiento a largo plazo a dos poblaciones con alto riesgo de tener tendencias suicidas: 42 varones con trastornos bipolares y 46 con esquizofrenia. Como era de esperarse, los pacientes que posteriormente fueron internados por presentar comportamientos suicidas tenían los niveles de expresión del gen SAT1 ligeramente más elevados.

Una de las críticas a este estudio es que el número de pacientes estudiados es muy bajo y poco diverso (todos eran varones, de la misma región geográfica y con el mismo trastorno psiquiátrico) por lo que estos resultados no podrían ser extrapolados a los diferentes grupos poblacionales que hay en el mundo, las mujeres o personas que sufren de depresión u otro tipo de trastorno psicológico.

Asimismo, se debe diferenciar entre una conducta suicida y una acción suicida. Al parecer el estudio permite predecir lo primero que muchas veces no es causa directa de lo segundo. Ya se han visto muchos casos en que las acciones suicidas pueden darse sin que antes se haya manifestado una conducta suicida. No obstante, de confirmarse estos resultados, sería de mucha ayuda para que los psiquiatras estén atentos a cualquier indicio de una conducta suicida de sus pacientes.


Referencia:

ResearchBlogging.orgH Le-Niculescu, et al. (2013). Discovery and validation of blood biomarkers for suicidality Molecular Psychiatry DOI: 10.1038/mp.2013.95

Imagen | The Suicide. ©Wikimedia Commons.

1 comentario:

  1. Estos estudios son muy importantes para conocer y apoyar a las personas que se encuentren en casos de suicidio. El artículo muestra información de interés, por medio de esta prueba de sangre se podrán tomar precauciones y evitar mas suicidios en la población, quizás hasta se puede encontrar una cura.

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