Hace algunos meses, científicos del MIT revelaron la forma en que los gatos beben los líquidos. Gracias al uso de cámaras de alta velocidad, pudieron observar que los felinos usan dos principios básicos de la física para poder beber: la adhesión de las moléculas del líquido y la inercia. La parte dorsal de la punta su lengua tiran del líquido hacia arriba, formando una columna ascendente —gracias a la fuerza de adhesión de sus moléculas. La inercia generada en este proceso ayudará a la columna a vencer la fuerza de la gravedad, para así seguir ascendiendo en dirección a su hocico. Finalmente, el gato cierra su boca y captura el líquido.
Pero, ¿por qué es tan compleja la forma en como beben los líquidos estos animales?
El problema radica en que los gatos —al igual que los perros— no tienen mejillas completas como nosotros, los cerdos o los caballos. Si bien nosotros contamos con nuestras manos para ayudarnos a beber los líquidos; si lo tuviéramos que hacer como si fuéramos una de estas mascotas, a partir de un recipiente horizontal, lo único que tendríamos que hacer es formar una especie de trompita con los labios y empezar a succionar el líquido. Los perros y los gatos no pueden hacer esto, así que se valen de sus lenguas para poder beber.
Muchos investigadores creían que los perros y los gatos tenían formas distintas de beber. Los gatos —como acabamos de explicar— usan la parte dorsal de la punta de sus lenguas para tirar del líquido verticalmente, formando una columna y capturándola al momento de cerrar el hocico. En cambio, los perros deberían usar sus lenguas a manera de cucharas ya que, en muchos de los videos que aparecen en la internet, se observaba que los canes meten su lengua mucho más profundo en el líquido, y luego, parecen enrollarla para capturarlo dentro de ella.
En un artículo que será publicado mañana (25 de Mayo) en Biology Letters, Alfred Crompton y Catherine Musinsky del Museo de Zoología Comparativa de la Universidad de Harvard, descubrieron que los perros usan la misma mecánica de los gatos para beber los líquidos. Esto lo pudieron determinar gracias al uso de cámaras de alta velocidad de rayos X.
X-ray video of lapping in a dog from AW Crompton on Vimeo.
Como pueden ver en la figura, los perros también son capaces de formar columnas de líquido con sus lenguas, las cuales ascienden hasta sus hocicos y son capturadas al cerrarlo. Pero, el video de rayos X nos da una visión más clara de lo que pasa dentro de la boca.
Primero, la columna de líquido es atrapada y presionada por la lengua contra el paladar, manteniéndolo ahí hasta que la siguiente columna de líquido sea atrapada. Cuando esto ocurre, el agua atrapada entre la lengua y el paladar es empujada hacia dentro, y el espacio dejado por ella es rellenado con la siguiente columna de agua capturada. Este proceso se repite cíclicamente y se necesita de al menos tres lengüetazos para pasar cada columna de agua atrapada.
Al filmar a los gatos usando también la misma técnica, los investigadores vieron que la mecánica era similar en los dos animales. Sin embargo, la única diferencia era que los gatos lo hacían de forma ‘más elegante’, mientras que el perro era más tosco y sucio, sus hocicos muchas veces quedaban empapados de líquido porque sus lenguas las sumergen mucho más profundo.
Referencia:
Crompton & Musinsky. 2011. How dogs lap: ingestion and intraoral transport in Canis familiaris. Biology Letters http://dx.doi.org/10.1098/rsbl.2011.0336
Vía | Not Exactly Rocket Science & Nature News.
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