Estudio sugiere que las superficies rayadas son menos atractivos para los mosquitos succionadores de sangre.
Mucho se ha especulado sobre la función de rayas de las cebras, las cuales aparecen recién al final del desarrollo embrionario. Una de las teorías más populares dice que este patrón de código de barras les sirve de camuflaje, aunque, en las llanuras abiertas de Sudáfrica, esto no tendría mucho sentido. No obstante, cuando se estudiaron videos de cebras en sus hábitats naturales, se observó que el patrón de movimiento sumado a las rayas de su cuerpo creaba una ilusión óptica que podría confundir a sus depredadores.
Otra hipótesis plantea que las rayas cumplen un rol clave en el reconocimiento mutuo. Un macho no reconocerá el trasero de una hembra a menos que éste sea a rayas. Incluso hay zoólogos que piensan que su función es regular la temperatura del animal: las rayas negras absorben el calor mientras que las blancas lo disipan. Sin embargo, evidencias que apoyen estas afirmaciones son escasas.
Un grupo de investigadores húngaros, liderados por Ádám Egri de la Universidad de Eötvös, han encontrado una posible explicación para este misterio. Basándose en un estudio hecho en 1981, el cual demostró que la mosca tsé-tsé era menos atraída por modelos de animales rayados, Egri y sus colegas desarrollaron unos experimentos para evaluar la preferencia de los tábanos por diferentes patrones de colores. Los resultados fueron publicados el 9 de Febrero en The Journal of Experimental Biology.
Los tábanos son unas moscas succionadoras de sangre que proporcionan dolorosas picaduras y transmiten enfermedades a las cebras. Según los investigadores, estos insectos se sienten atraídos por la luz horizontalmente polarizada porque la usan para reconocer extensiones de agua donde poner sus huevos. Además, un estudio previo reveló que los tábanos se sienten más atraídos por los caballos negros que por los blancos.
En su laboratorio en Budapest, el equipo evaluó la respuesta de los tábanos ante bandejas pintadas con diferentes patrones de blanco y negro que variaban en el grosor, densidad y ángulo de las líneas. Los resultados mostraron que un patrón de líneas verticales más estrechas, tal como se ve en las cebras, atraía un menor número de mosquitos.
Según los investigadores, el patrón rayado de las cebras perturba la forma cómo la luz es polarizada, volviéndolos menos atractivos para los tábanos. Sin embargo, los resultados deben ser confirmados en el hábitat natural de estos animales, porque los olores también podrían cumplir un rol importante en este proceso.
Referencias:
Egri, et al. Polarotactic tabanids find striped patterns with brightness and/or polarization modulation least attractive: an advantage of zebra stripes. J. Exp. Biol. 215, 736–745 (2012). doi: 10.1242/jeb.065540
Kathryn Knight. How the zebra got its stripes. J Exp Biol. 215, iii. doi:10.1242/jeb.070680
Esta entrada fue publicada el Lunes 20 de Febrero en la página 2 del Suplemento Ciencia & Tecnología del Diario La Primera.
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