Este estudio fue publicado el viernes pasado en Science, el cual me pareció bastante extraño y diferente a los artículos que suelen ser publicados en esta revista. Básicamente trata de que si uno invierte 10 minutos antes de un examen para escribir sus miedos y preocupaciones, podrá mejorar su rendimiento obteniendo una mejor calificación. Pero, antes de comentarlo en el blog, quise poner a prueba esta teoría en un examen muy importante que iba a tener el sábado pasado; sin embargo, por cosas del destino, no hubo examen y no lo pude hacer.
Creo que a muchos nos ha pasado que cuanto más presionados estamos antes de dar un examen importante, sentimos que peor lo damos o que la ansiedad es tan fuerte que cometemos más errores o que simplemente nos bloqueamos (“frikeamos”). Ejemplos de este tipo de exámenes son el final de un curso muy complicado, el de un concurso de matemáticas, el de selección para una beca, o el clásico examen de admisión para la universidad.
Este bloqueo suele ocurrir cuando los incentivos de dar un buen examen son altos o las consecuencias de dar un mal examen son graves, provocando una enorme preocupación en la persona. Muchos estudios han demostrado que cuando un estudiante se siente ansioso, se preocupa mucho por como saldrá en el examen. Las preocupaciones compiten con la memoria a corto plazo por la atención de la memoria de trabajo, el cual es un sistema envuelto en el control y regulación de una cantidad limitada de información relevante que será inmediatamente utilizada. Entonces, si esta capacidad de la memoria de trabajo es perturbada por las preocupaciones, su desempeño será comprometido.
Un estudio previo ya había demostrado que cuando una persona escribe por varias semanas sobre alguna experiencia emotiva o traumática, que no lo deja estar tranquilo, sus niveles de ansiedad y depresión se reducían considerablemente, sintiéndose mucho mejor, psicológicamente. Así que Gerardo Ramirez y Sian L. Beilock de la Universidad de Chicago razonaron que si las preocupaciones bajaban el rendimiento de un estudiante al dar un examen, tal vez, si se les daba un tiempo para escribir sus emociones, su desempeño podría mejorar.
Para probar esta hipótesis, Ramirez & Beilock diseñaron dos estudios diferentes. En el primer estudio, un grupo de estudiantes fue sometido a un pre-examen de matemáticas y les dijeron que simplemente lo den lo mejor posible. Para el segundo examen, los investigadores generaron un escenario de gran presión. Para ello agruparon a los estudiantes en pares y les dijeron que había un fuerte incentivo monetario para aquellas parejas donde los dos estudiantes alcanzaban el puntaje máximo. Para aumentar la presión y la ansiedad en los estudiantes, les dijeron que su compañero ya había conseguido el máximo puntaje, así que todo dependía de que ellos también lo consiguieran.
Luego, diez minutos antes de dar el examen, a un grupo de estudiantes se les dio un sobre con algunas instrucciones mientras que al otro grupo no se les dio nada. Al grupo que se les dio el sobre con instrucciones se les pidió que escribieran acerca de las cosas que estaban sintiendo o pensando en ese momento, mientras que el otro grupo se les mantuvo quietos hasta el inicio de la prueba.
Para sorpresa de los investigadores —tal como habían hipotetizado— aquellos estudiantes que escribieron sus pensamientos mejoraron su desempeño en el examen con respecto al grupo que se les mantuvo tranquilos esperando el inicio del examen. Pero, no se sabía si era sólo el hecho de escribir el que mejoraba el desempeño en el examen, o era escribir sobre algún tipo de emoción o pensamiento el responsable de esta mejora (Figura izquierda).
Así que a este experimento le agregaron una segunda condición en otro laboratorio. En este caso, a un grupo de estudiantes se les pidió que escribieran sobre algún evento emocional que no tenía nada que ver con el examen, a otro grupo se le pidió que escribieran sobre lo que estaban sintiendo en ese momento acerca del examen y al grupo control se los mantuvo tranquilos durante esos 10 minutos. Los resultados mostraron que eran los estudiantes que escribieron acerca de sus emociones los que mejoraron su desempeño en el examen, mientras que los que escribieron sobre un evento no relacionado con el examen o los que no hicieron nada, bajaron su desempeño (Figura derecha).
Al analizar las cosas que escribieron el grupo que mejoró su desempeño observaron que expresaban emociones negativas y de miedo, por ejemplo: “Tengo miedo, voy a cometer un error”. Entonces, es posible que escribiendo nuestros miedos y preocupaciones antes de dar el examen, nos permiten reducir o liberar la ansiedad, mejorando el desempeño de la memoria de trabajo.
Entonces, si esta teoría es cierta, aquellos estudiantes que eran más ansiosos mostrarían una gran mejoría con respecto a aquellos estudiantes capaces de controlar sus niveles de ansiedad. Para esto, los investigadores diseñaron dos experimentos más, esta vez a largo plazo tomando estudiantes de una escuela secundaria.
Primero, se les hizo un test de ansiedad para dividirlos en dos grupos: los más ansiosos y los menos ansiosos. Luego, se registró sus notas obtenidas en sus tres primeros exámenes y antes del examen final, a un grupo —tanto de los ansiosos como de los no ansiosos— se les pidió que escribieran sus emociones y pensamientos acerca del examen y al otro grupo se les pidió que escribieran sobre un tema irrelevante o que no tenga nada que ver con el examen, tal como en el segundo experimento. Luego de 10 minutos, se procedió a tomarles el examen.
Como era de esperarse, los estudiantes más ansiosos que habían escrito sus emociones mejoraron notablemente su desempeño en el examen final del curso, mientras que aquellos estudiantes con bajos niveles de ansiedad no mostraron diferencias significativas entre aquellos que habían escrito sobre sus emociones y sentimientos con respecto a los que habían escrito algo no relacionado con el examen.
De esta manera, Ramirez & Beilock demostraron que invertir un pequeño tiempo para escribir tus miedos y preocupaciones con respecto al examen que estás a punto de dar, puede mejorar tu desempeño y podrás obtener un mejor resultado, siempre y cuando tus niveles de ansiedad y nerviosismo sean tan altos debido a la relevancia del examen. Así que prueben este método antes de dar su próximo examen y me cuentan como los fue.
OJO, esto no significa que si no estudias para tu examen y 10 minutos antes escribes: “Tengo miedo de salir jalado por que no estudié” te vas a librar y vas a tener una buena nota, cuidadito no más con echar la culpa al artículo por tu jalado en el examen.
Referencia:
Ramirez, G., & Beilock, S. (2011). Writing About Testing Worries Boosts Exam Performance in the Classroom Science, 331 (6014), 211-213 DOI: 10.1126/science.1199427
Imagen: Flickr @jrn320f09.
Gran descubrimiento. El lunes te cuento si me dio resultado.
ResponderBorrarFelicidades por tu blog!
Que buena información, esto si sirve.
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