Sin dudas, el Telescopio Espacial Hubble nos ha dado valiosa información sobre el universo, imágenes espectaculares de cuerpos celestes que sólo cabrían en nuestra imaginación y fotos que nos llevan millones de años hacia atrás, hasta unos 500 millones de años después del Big Bang. Sin embargo, el Hubble ya está viejito y necesita urgentemente un sucesor, más aún que la tecnología ha avanzado tanto en estos últimos 20 años.
Su sucesor se llama el Telescopio Espacial James Webb (JWST), el cual está programado para lanzarse en el 2014. Su principal misión es observar hacia el pasado, más que el Hubble, gracias a las mejoras tecnológicas con las que contará; sin embargo, este proyecto es uno de los más costosos de la historia de la humanidad. Cuando fue diseñado, se calculaba que costaría de 500 a 1000 millones de dólares, pero hoy, ya ha pasado grandemente esa proyección inicial, costando ahora unos $5000 millones. Aún así, es casi el mismo costo que supuso poner al Hubble en órbita. Los costos son altos porque ha quedado de mostrado con las misiones con bajos presupuestos y tiempos de preparación apresurados no han tenido éxito, claros ejemplos son el Explorador Infrarrojo de Campo Amplio (WISE), el Orbitador Climático Marciano y el Mars Polar Lander.
Cuáles son las principales innovaciones del telescopio?
Cuando fue diseñado el proyecto en el año 1993, lo primero que se le vino a la mente a los investigadores fue alargar el diámetro del espejo principal. Fue así que el JWST inicialmente iba a tener un espejo de 8 metros diámetro, pero, para reducir costos se decidió reducirlo a 6.5m, aún así es unas 3 veces más grande que del Hubble. Para que los espejos soporten las bajas temperaturas a las que estarán sometidos, han sido hechos de Berilio, un metal con características especiales que le permiten soportar las deformaciones debido a las bajas temperaturas. Pero, como su diámetro es tan grande, no podrá entrar en la nave espacial que lo transportará, así que será dividido en 18 pequeños hexágonos que serán ensamblados una vez puesto en órbita.
Para evitar que el mismo calor del telescopio manche las tomas de radiación infrarroja (calor emitido por los cuerpos) del espacio exterior, estará criogenizado a unos 50°K (-223°C). Los espejos de Berilio podrán soportar esta temperatura extrema sin deformarse.
Otro inconveniente que debe ser superado es la misma radiación infrarroja que emite la Tierra, la cual brilla como un “potente foco” que opaca la luz de los objetos más distantes. Para esto, se sugirió que el JWST debe orbitar a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, más de 3 veces la distancia que la separa de la Luna, justo en el límite donde la gravedad del Sol y de la Tierra se equilibran y crean una región de estabilidad (punto de Lagrange).
El telescopio será ensamblado en 4 diferentes misiones espaciales, la cual requiere de un gran presupuesto. Además, es necesario que este telescopio se ponga en órbita para poder continuar con los otros proyectos espaciales prioritarios de la NASA como el WISE, el cual fallo en primera instancia. El WISE es el encargado de buscar la misteriosa materia oscura en el Universo y está puesta como una de las principales prioridades de la Astrofísica, pero deberá esperar hasta que se ponga a punto el JWST.
Así que sólo nos queda esperar hasta el 2014 para empezar a ver más atrás de lo que habíamos visto antes.
Vía Nature. doi:10.1038/4671028a
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