Hasta ahora no se sabe exactamente cómo hicieron las plantas con flores (angiospermas) para evolucionar y diversificarse tan rápidamente —algo que fue catalogado por el mismo Charles Darwin como un de los mayores misterios sin resolver de las biología— desde su súbita aparición hace unos 130 millones de años.
Actualmente, las angiospermas cuentan con más de 250,000 especies conocidas, las cuales están ampliamente distribuidas por todos los rincones del planeta. Sin duda, son uno de los organismos con mayor éxito evolutivo. A pesar de ello, se sabe muy poco acerca de su origen y diversificación.
Científicos chinos liderados por el Dr. Ge Sun del Instituto Paleontológico de la Universidad Normal de Shenyang, describieron hoy en Nature el fósil de una angiosperma de unos 122.6 a 125.8 millones de años de antigüedad —unos pocos millones de años después de la aparición de las angiospermas— la cual fue encontrada en excepcionales condiciones de preservación cerca a la ciudad de Lingyuan, siendo hasta ahora, el fósil más antiguo de una angiosperma encontrado hasta la fecha.
Si bien es cierto que los fósiles más antiguos que evidencian la existencia de las angiospermas datan de hace 125 a 127 millones de años, estos sólo corresponden a pequeños granos de polen. Lo interesante es que esta vez se trata de una planta entera, en la que se puede apreciar claramente los tallos, nudos, hojas, y su pequeño fruto.
Actualmente, la sistemática molecular de las angiospermas reconoce cinco principales linajes: las Clorantáceas, las Magnólidas, las Monocotiledóneas (Liliópsidas), las Ceratofiláceas y las Eudicotiledóneas, siendo estas últimas las más diversas de todas las plantas con flores.
En este caso, el fósil descubierto corresponde a una especie del género Leefructus, que en base a sus características morfológicas esta muy relacionada con la familia de las Ranunculáceas, que forma parte de las Eudicotiledóneas basales. Estos datos indicarían que la evolución de las eudicotiledóneas se dio muy temprano en la historia evolutiva de las angiospermas, lo que hace considerar seriamente la posibilidad de que la evolución de las plantas con flores se pudo haber dado en la era pre-Cretácica.
Por otro lado, se cree que la rápida evolución y diversificación de las angiospermas fue una de las principales causas de la extinción de los dinosaurios no aviarios, los cuales se alimentaban principalmente de coníferas (gimnospermas), y que no pudieron adaptarse a la rápida extensión de las plantas con flores, beneficiando enormemente a los pequeños insectos y mamíferos.
Referencia:
Sun, G., Dilcher, D., Wang, H., & Chen, Z. (2011). A eudicot from the Early Cretaceous of China Nature, 471 (7340), 625-628 DOI: 10.1038/nature09811
Muy interesante articulo. :)
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