“La motivación es el placer de descubrir”
Si algún día ganamos un Premio Nobel en ciencias, no habrá dudas que el galardonado será el doctor Carlos Bustamante Monteverde. Él es un biofísico peruano con una carrera científica brillante. Nació en Lima en 1951 y actualmente trabaja en un laboratorio que lleva su nombre en la prestigiosa Universidad de California, Berkeley (Estados Unidos). Hace un poco más de un año, tuve el gran honor de conversar con él sobre diversos temas, ¿qué fue lo que hablamos?, entérate a continuación…
SANGRE DE INVESTIGADOR
Desde niño, la curiosidad científica afloraba en él. Cuando tenía 15 años, pidió a sus padres una habitación de la casa para montar su laboratorio. Contaba con un pequeño microscopio y un cultivo de microorganismos llamados paramecios. “No tenía muchos portaobjetos ni cubreobjetos, tenía que reciclarlos lavándolos con jabón”, recuerda.
Un día, al observar sus microbios bajo el microscopio, se dio con la sorpresa que éstos reventaban conforme los iba observando. En ese preciso momento, su padre lo llamó para almorzar. “Tuve que dejar todo y me quedé pensando mientras comía”.
“Yo estaba intrigado e hice el siguiente razonamiento: los paramecios no pueden estar rompiéndose en el cultivo porque a la velocidad que lo hacen ya no quedaría nada vivo”. Lo extraño era que siempre observaba los paramecios y nunca le había ocurrido algo así. “A lo mejor no he enjuagado bien las láminas y han quedado restos de jabón que están disolviendo las membranas del microbio”, pensó.
Terminó de comer rápidamente y subió a su laboratorio a repetir el experimento, pero esta vez enjuagó bien las láminas. Luego puso una gota del paramecio en dos portaobjetos y a uno de ellos le puso además una gota de jabón. “Cuando vi la primera lámina estaban los paramecios vivitos y coleando, pero cuando vi la segunda, todos estaban muertos”, contó entusiasmado.
“Fue un momento muy importante. Mi padre llegó a los 20 minutos y yo estaba en un estado de excitación tal que bajé y le dije —papá creo que hice un descubrimiento importante— y luego mi padre me preguntó que era y le dije —mira, me ha pasado esto y he concluido que la membrana de los paramecios están hechas de grasa porque se ha disuelto con el jabón”. Su padre sonriente le dijo que lo acompañe al centro de Lima para que se compre un buen libro de biología celular. “Me compré el libro de De’ Robertis”, recordó con nostalgia.
Sin embargo, sus sueños de haber descubierto algo importante se vieron truncados al abrir la página correspondiente a las membranas celulares. “En efecto, era un descubrimiento… pero que se había hecho como 30 años atrás”, contó un poco decepcionado.
“Aún así, este acontecimiento tuvo un valor importante para mí porque había hecho un razonamiento correcto, había seguido el método científico y eso me marcó tanto que me acuerdo ahora a la edad que tengo”. Ese fue uno de los momentos más gratificantes de su vida comenta el doctor Bustamante.
“UNO NO PLANEA SU CARRERA”
La primera opción universitaria de Carlos Bustamante no fue la ciencia. “Mi primer paso fue estudiar medicina, quería ser médico porque mi padre lo era y había cierta expectativa en que siguiera sus pasos”, y fue durante sus estudios pre-médicos cuando corrige su línea de carrera y cambia el rumbo de su vida. “Tomé la decisión de salir de medicina y hacer el bachillerato en biología y luego la maestría en bioquímica”, recuerda.
El doctor Bustamante siempre estuvo interesado por los aspectos moleculares de la vida. A medida que realizaba sus investigaciones en bioquímica se dio cuenta que le interesaba más el aspecto cuantitativo de los sistemas biológicos, y entonces se embarcó a Estados Unidos a hacer un doctorado en biofísica. “Es importante estar consciente de que uno no planea su carrera, la carrera lo lleva a uno como una ola porque no se puede controlar todas las variables de este proceso”.
Por aquel entonces había muy pocas becas para salir al extranjero, sobre todo para latinoamericanos. “Yo apliqué a la beca de la Comisión Fulbright, pero fue un proceso bastante tedioso”. Como un grande que es, aplicó a tres de las mejores universidades de los Estados Unidos: UC Berkeley, MIT y Duke. “Tuve la suerte que Berkeley me aceptara como estudiante a través de una beca llamada Abraham Rosenberg. Luego me conecté con el que después fue mi director de tesis quien siguió apoyándome, pagándome los estudios del doctorado”.
Sin embargo, el idioma fue su principal obstáculo por superar. “Mi inglés era bastante pobre. Sufrí bastante el primer año por el idioma que solo me permitió tomar cursos de matemática y física avanzada, donde era menos necesario entender lo que decía el profesor y más importante seguir la lógica de las ecuaciones en la pizarra”. Llevó los cursos de mecánica cuántica y lógica de operadores para graduados, los cuales fueron el primer paso para lo que vendría más adelante.
A fines de los 1980’s, durante su estancia en la Universidad de Nuevo México, el doctor Bustamante y sus colegas empezaron a manipular las moléculas individualmente, convirtiéndose en los pioneros de esta área del conocimiento. “Agarrar una molécula y tirar de ella creo que es un área importante de aplicación de la biofísica hoy en día”. El artículo fue publicado en la prestigiosa revista Science en 1992. “Es uno de esos casos en los cuales estás completamente seguro que van a aceptar tu artículo”, comenta. En los años siguientes, ya instalado en la Universidad de Oregon, perfeccionó la técnica a través del uso de las pinzas ópticas.
Desde entonces, este brillante biofísico peruano no ha dejado de obtener reconocimientos y premios. Recibió el “Howard Hughes Medical Institute Investigator”, un galardón que sólo se da a 250 investigadores en todo el mundo. En el 2001, fue considerado como uno de los mejores científicos por la revista Time. Desde el 2002, Carlos Bustamante forma parte de la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS). El mismo año, recibió dos premios, el “Biological Physics Prize” otorgado por la American Physical Society y el “Hans Neurath Prize” de la Protein Society. En el 2004 recibió el “Alexander Hollaender Award in Biophysics”, un galardón otorgado por la NAS cada tres años.
SU MOTIVACIÓN
Los científicos no trabajan con el objetivo de ganar premios y distinciones, y eso lo sabe muy bien el doctor Bustamante. “El verdadero reconocimiento en ciencia está en el momento más bello que tiene del proceso de investigación que es el descubrimiento“, reflexiona.
“Sucede cada cierto tiempo… y es realmente apasionante saber que uno ha logrado desentrañar un misterio, resolver un nudo científico en términos de la complejidad del problema. Yo creo que ese momento feliz es el que nos motiva a todos los científicos. La idea de saber que por un momento somos las únicas personas en el mundo que saben la respuesta a una interrogante. Por unos pocos momentos damos un paso hacia adelante y sabemos que, a pesar de ser un pequeño paso, sigue siendo un paso importante porque lo que antes la humanidad no sabía, ahora lo sabe a través del resultado de nuestro trabajo. Entonces, esa es la motivación, la motivación es el placer de descubrir”, comentó con mucha emoción.
COMPROMISO CON EL PERÚ
El amor por su patria y su deseo porque el Perú emerja como una potencia científica en Sudamérica hizo que Carlos Bustamante inaugure un laboratorio gemelo al suyo —el de Berkeley— en la Universidad Peruana Cayetano Heredia, su alma mater. “Lo que estamos haciendo en Cayetano es un plan piloto para evaluar un teorema. Quiero demostrar que es posible que un investigador peruano, establecido en el extranjero, prepare a compatriotas y que estos regresen al Perú para trabajar en colaboración con el laboratorio original (del extranjero), para crear centros de gran capacidad y excelencia dentro de nuestro país”.
Carlos Bustamante está haciendo el primer ejercicio para que otros profesionales peruanos de éxito, muchos de ellos docentes en las mejores universidades del mundo, vean que es posible ayudar a su país a pesar de no poder regresar a trabajar por él. Para esto hace un llamado: “Sería importante que el gobierno tomara conciencia de apoyar este tipo de proyectos”.
Sin embargo, es bastante optimista. “Yo tengo la esperanza de que algún gobierno se interese por apoyar el esfuerzo de los peruanos en el extranjero que quieren abrir laboratorios iguales a los suyos aquí, en el Perú, y así potenciar esta iniciativa”.
“No nos falta capital humano. Estamos llenos de peruanos muy interesados en hacer investigación, lo que nos falta es educar a los políticos de nuestro país”, puntualizó.
Bustamante también opinó sobre nuestro buen posicionamiento económico en la región. “Es un poco ingenuo pensar de que esta bonanza económica va a continuar por los próximos 20 o 30 años sin que hagamos nada. Es momento de planificar cómo vamos a utilizar nuestra riqueza para el futuro del país. Un futuro que no dependa del precio de los metales sino de la incorporación de la ciencia y la tecnología como base de una economía moderna”. Además enfatiza que esto se haga ahora, antes que la bonanza se termine.
CONSEJOS PARA ESTUDIANTES PERUANOS
El doctor Bustamante dice que las universidades más importantes del mundo buscan estudiantes con una buena preparación básica y una noción clara de lo que quieren en la vida. “No buscan sólo estudiantes que han tomado los cursos y se han graduado en una determinada materia, sino que además tengan una idea sobre el tipo de trabajo que quieren hacer a futuro. Estos estudiantes, más maduros académicamente hablando, son muy atractivos para ellos”.
Así mismo, él cree que la única desventaja de los estudiantes peruanos con respecto a los demás es que no tienen una preparación experimental sólida. “El estudiante que quiere salir al extranjero puede aumentar sus chances de ser aceptados en una gran universidad si ellos hacen investigación científica en un laboratorio antes de terminar la carrera”. Y además dice que basta con uno o dos años de investigación para cambiar completamente el panorama. “El estudiante peruano que sale con una preparación teórica excelente tendrá, además, una buena preparación experimental”, remarcó.
“La investigación es un proceso que se aprende por imitación, se aprende haciendo, es como aprender a nadar. Uno no puede aprender a nadar teóricamente, uno debe tirarse a la pileta”.
Por otro lado, recomienda no desanimarse ante resultados negativos. “Si bien la investigación científica puede ser un proceso lento y frustrante, porque aparecen resultados paradójicos, puede ser que en esos resultados esté la clave de un nuevo descubrimiento”, añadió.
DEFORMACIÓN DE LA CIENCIA
Vivimos en un mundo donde los financiamientos para investigación dependen de un pequeño grupo de personas y los intereses que ellos tengan. Como el Perú invierte prácticamente nada en investigación e innovación tecnológica, los científicos peruanos deben buscar financiamiento en instituciones extranjeras. “Estos dineros no vienen de una manera altruista, sino con un interés de por medio. Al primer mundo le preocupa mucho las epidemias que se generan en el tercer mundo y en los trópicos. Así que ellos dan dinero para estudiar las enfermedades que se ven ahí con el objetivo de que si algún día se propagan hacia los bordes del primer mundo, ellos tengan la capacidad de enfrentarlos”.
Entonces, los científicos peruanos que quieran obtener financiamiento para equipar sus laboratorios, se ven obligados, hasta en cierto punto, en trabajar para un área que no les interesa o es netamente aplicativa para los países del primer mundo. “Cuando yo era estudiante de bachillerato y de maestría nos hacíamos y respondíamos preguntas científicas básicas. En cambio ahora prácticamente toda la investigación biológica que se hace en el Perú es del tipo aplicado y biomédico. Las instituciones extranjeras están forzando a los peruanos a trabajar en áreas que ellos decidan”, opinó con mucha seriedad.
Bustamante dice que lo correcto sería responder las preguntas que uno se formule y no la pregunta que le parece más interesante al consejo de investigación que otorga los financiamientos. “Lo incorrecto es que a uno le digan que solo hay dinero para esta área y cuando ustedes se formulen sus preguntas, las hagan dentro de este contexto. Esto genera una deformación de la actividad científica”, concluye.
Además dice que en el Perú la investigación científica sólo depende de los informes que presenta el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC) cada cierto tiempo. “Para mí, la ciencia en el Perú no tiene una plataforma a partir de la cual pueda exigir”, puntualiza.
“Las autoridades (del CONCYTEC) no tienen el nivel de ministros de estado y eso definitivamente es una desventaja para la investigación en el Perú con respecto a cualquier otra actividad. Se requiere de un ministerio para apoyar la investigación científica”, opinó. A pesar de la burocratización que generará, él confía que al final el balance será positivo.
ENTENDER LA VIDA
Finalmente, el doctor Bustamante habló acerca de la pregunta que algún día quisiera llegar a responder. “Tratar de entender el fenómeno del estado vivo, las leyes que rigen el comportamiento de la materia, que normalmente es inanimada, para que en determinado momento adquiera un nivel de complejidad y organización tal que forme lo que llamamos ‘estado vivo’, para que la materia adquiera una función con finalidad, que es reproducirse, autoensamblarse y mantener la información de una generación a otra para luego evolucionar. ¿En qué momento la materia inanimada adopta la complejidad que le permite autoorganizarse en materia animada?… Creo que esa es la pregunta más importante para mí”, finalizó.
NOTA: La entrevista se llevó a cabo el 19 de Agosto del 2010 en el campus de la Universidad Peruana Cayetano Heredia como parte del proyecto SciencePerú.
Reiteramos nuestro enorme agradecimiento al Dr. Carlos Bustamante por habernos concedido una hora de su valioso tiempo para esta interesante charla.
un buen post
ResponderBorrarMuy buen post. Leer esto y haber asistido a una conferencia magistral del doctor Bustamante me anima a seguir desarrollándome en el campo de las ciencias biológicas a pesar de las múltiples limitaciones que conlleva desarrollar ciencia en el Perú.
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