Muchos estudios han demostrado que aquellos varones que fuman constantemente tienen un mayor riesgo a desarrollar anormalidades en el semen (reducción de la movilidad de los espermatozoides, daño en el ADN y aberraciones cromosómicas) y en los fetos durante el embarazo; sin embargo, el efecto que tiene el humo en los fumadores pasivos no está aún bien determinado. En los ratones también se ha observado que la exposición directa al cigarro puede generar mutaciones en las células germinales, principalmente una expansión en el número de pequeñas secuencias repetidas en tándem (ESTR), que se pueden transmitir a los descendientes. En un artículo publicado el 18 de Julio en PNAS, investigadores norteamericanos liderados por el Dr. Francesco Marchetti han analizado el efecto del humo del cigarro en las células germinales de ratones fumadores pasivos.
Si bien el humo inhalado por los fumadores activos tiene la misma composición química que el humo inhalado por los fumadores pasivos —cerca de 40,000 compuestos diferentes, 50 de ellos con efectos cancerígenos— sus concentraciones pueden variar entre uno y otro.
En el presente estudio, Marchetti et al. sometieron a un grupo de ratones a la exposición directa y pasiva del humo de 3 o 16 cigarros al día durante dos semanas. Seis semanas después de la prueba se les extrajo el esperma y se observó que los ratones fumadores presentaban una frecuencia de mutaciones ESTR de 4.0% y 4.7% y los ratones fumadores pasivos una frecuencia de 4.6% y 2.6%, dependiendo de si su exposición fue a menos o más cigarros, respectivamente.
Estos datos indican que basta un corto periodo de exposición al humo de los cigarros (2 semanas) para inducir las mutaciones en las células germinales de ratones y que las frecuencias de estas mutaciones fueron prácticamente similares tanto en los ratones fumadores como en los fumadores pasivos. Sin embargo, extrañamente se observa que la frecuencia de mutación en los fumadores pasivos es menor (2.6%) cuando la exposición al humo es mayor (16 cigarros por día). Esto se explica porque a medida que la exposición aumenta, las mutaciones también lo harán y llegarán a un punto donde provocarán efectos citotóxicos y las células morirán, variando las frecuencias, las cuales son calculadas con células vivas. Este mismo efecto se observó en otros experimentos con otros compuestos que dañan el ADN (radicales libres, radiaciones ionizantes, etc.).
Los investigadores también analizaron el efecto del humo del cigarro sobre las células somáticas. Para ello les extrajeron los reticulocitos —glóbulos rojos aún inmaduros— de la médula ósea y los eritrocitos normocromáticos —glóbulos rojos maduros sin ribosomas— de la sangre y analizaron si había presencia o no de micronúcleos (MN), los cuales son fragmentos cromosómicos o cromosomas enteros que aparecen en el citoplasma debido a que no se han orientado correctamente durante la división celular. Los MN son muy usados en estudios de toxicidad genética. Los resultados mostraron un muy ligero incremento en la frecuencia de MN en los ratones con exposición directa al humo, pero no se observó un incremento significativo en la frecuencia de MN en los ratones con exposición pasiva al humo del cigarro.
Si bien hay presencia de mutaciones en las células germinales de ratones, aún no se sabe si estas tendrán o no un efecto sobre los descendientes ya que estas mutaciones se dan en regiones no codificantes. Habría que hacer un estudio a gran escala para analizar el genoma completo y ver si las mutaciones también se dan a nivel de regiones codificantes, las cuales si podrían evidenciar problemas a nivel fenotípico. Sin embargo se sabe que estas regiones no codificantes tienen una función importante en la estabilidad de los cromosomas.
Por otro lado, estos resultados indican —una vez más— que tanto los fumadores como los que no fuman pero se encuentran en el mismo ambiente, se ven afectados de la misma manera por el humo del cigarro, así que las leyes que prohíben fumar en lugares públicos y en ambientes cerrados, incluso las discotecas y bares, tienen su razón de ser.
Referencia:
Francesco Marchetti, Andrea Rowan-Carroll, Andrew Williams, Aris Polyzos, M. Lynn Berndt-Weis, and Carole L. Yauk. Sidestream tobacco smoke is a male germ cell mutagen. PNAS doi: 10.1073/pnas.1106896108
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