La gonorrea es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes del mundo. Es causado por la bacteria Neisseria gonorrhoeae la cual es sensible al tratamiento con antibióticos del grupo de las cefalosporinas. Sin embargo, un equipo internacional de investigadores liderados por el Dr. Magnus Unemo han descubierto una cepa resistente a todos estos antibióticos, lo cual significa una grave amenaza para la salud pública mundial según reportaron hoy en la XIX Conferencia de la Sociedad Internacional para la Investigación de las Enfermedades de Transmisión Sexual que se celebra en Quebec, Canadá.
La nueva cepa, a la cual llamaron H041, era resistente a los antibióticos más efectivos usados en su tratamiento. Por suerte, esta cepa aún no esta distribuida en la población humana. Los investigadores analizaron a fondo su material genético y encontraron una gran cantidad de mutaciones que podrían estar involucradas con dicha resistencia.
Si bien el descubrimiento resulta alarmante, no se puede hacer nada para evitarlo ya que es el propio uso de los antibióticos quienes generan la aparición de las cepas súper resistentes. La presión selectiva que ejercen sobre las bacterias es muy grande. Por otro lado, la falta de responsabilidad de los pacientes para terminar con el tratamiento les facilita el trabajo a las bacterias. Muchas personas dejan de tomar los antibióticos cuando se sienten mejor o cuando los síntomas externos desaparecen provocando que los organismos que lograron sobrevivir empiecen a multiplicarse generando cepas cada vez más resistentes.
Aunque, si bien esta cepa aún no se ha distribuido en la población, si es que llega a hacerlo estaremos completamente indefensos a ella, más aún cuando la gonorrea no muestra los síntomas característicos —sensación de quemazón en los genitales y pus en la orina— en el 50% de las mujeres infectadas (en los varones, los casos asintomáticos sólo llegan al 5%).
Si la infección no es tratada, puede generar graves efectos secundarios, entre ellos, dolores pélvicos crónicos y hasta esterilidad. En el 4% de los casos puede diseminarse por la piel o por la sangre hacia otros tejidos, por ejemplo, el corazón y las articulaciones, generando lesiones mortales. La bacteria también puede infectar a los bebés recién nacidos durante el parto, aumentando el riesgo que desarrollen una ceguera a causa de la bacteria. Por otro lado, la gonorrea aumenta el riego de transmisión del VIH —otra de las enfermedades de transmisión sexual ampliamente distribuidas.
Vía | Physorg.
Imagen | Adopt a Microbe.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Se respetuoso con tus comentarios y críticas. Cualquier comentario ofensivo será eliminado.