Sin dudas, la marihuana (Cannabis sativa) ha atraído mucho el interés científico durante los últimos años, gracias a sus efectos beneficiosos y perjudiciales para la salud humana. La marihuana posee más de 400 componentes químicos diferentes, de los cuales, algunos de ellos tienen importantes efectos terapéuticos, siendo usados como analgésicos, antidepresivos y en el control de los espasmos musculares producidos por la esclerosis múltiple.
El principal principio activo de la marihuana es el Δ9-tetrahidrocannabinol (THC), quien es el responsable de los efectos psicoactivos a la hierba, produciendo fallas motoras y psicosis. Por otro lado, este compuesto también es un potente analgésico. La diferencia entre los dos efectos del mismo componente se debe a que cuando el THC activa los receptores cannabinoides tipo I (CB1) se produce un efecto psicoactivo, mientras que cuando potencia la acción de los receptores de glicina (GlyRs) se produce el efecto analgésico según reportaron Xiong et al. el fin de semana en Nature Chemical Biology.
Los investigadores usaron ratones que tenían mutado el gen que codifica para el receptor cannabinoide tipo I (CB1). En estos ratones, el efecto psicoactivo del THC se redujo considerablemente —tal como se esperaba— pero el efecto analgésico siguió siendo el mismo. De esta manera, se demostró que los dos efectos del THC se daban a través de la interacción con receptores distintos .
Ustedes preguntarán… ¿cómo determinaron el efecto analgésico del THC? Los investigadores usaron un aparato que tiene un compartimiento especial, que está a una elevada temperatura, donde se coloca la cola del ratón. Lo que se mide es cuanto tiempo logra soportar el ratón el calor sobre su cola antes de moverla. Si el THC tiene un efecto analgésico, el ratón soportará más tiempo.
La glicina, a pesar de ser el más pequeño y simple de los aminoácidos, también actúa como un neurotransmisor. Reportes previos sugieren que los receptores de glicina (GlyRs) ubicados en el sistema nervioso central y periférico son un importante blanco para los cannabinoides. Cuando dichos receptores son sometidos a la presencia del THC, su capacidad de respuesta se incrementa considerablemente.
Xiong et al. usaron la Espectroscopia de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) para determinar la estructura del enlace que se da entre el GlyRs y el THC. Los investigadores observaron que dicho enlace se da a través de un puente hidrógeno. Gracias a esta observación, Xiong y sus colaboradores modificaron el THC para que no pueda unirse al CB1, pero sí al GlyRs. Gracias a esta modificación, la afinidad del 5-deoxi-THC por el CB1 se redujo considerablemente, mientras que su afinidad por el GlyRs no se redujo tanto, obteniéndose un compuesto capaz de calmar el dolor pero sin tener un efecto psicoactivo sobre la persona.
Este estudio nos demuestra que podemos hacer ciertas modificaciones a otros principios activos que pueden tener o no efectos psicoactivos, para obtener nuevos agentes terapéuticos y ser administrados sin miedo a que genere algún efecto secundario no deseado.
Referencia:
Xiong, W.; et al. Cannabinoid potentiation of glycine receptors contributes to cannabis-induced analgesia. Nat Chem Bio. doi: 10.1038/nchembio.552 [Advance Online Publication] (2011).
Vía | WiredScience.
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